En medio de un contexto económico desafiante, con una alta inflación y elecciones presidenciales en el horizonte, los argentinos buscan respuestas sobre cómo manejar sus finanzas de manera efectiva. La incertidumbre política y económica ha llevado a la gente a intentar algunas estrategias para proteger el valor de la plata. Algunas funcionan, y otras no.
Como se sabe, los pesos queman. Dada la alta inflación la gente recibe los pesos y los gasta rápidamente. Y acá viene la primera recomendación: dolarizarse.
“El escenario puede cambiar de un momento a otro. No obstante lo ideal es estar dolarizado”, dice Mateo Bianco, asesor y analista financiero, dueño de la firma Mavia Inversiones en Pilar. Y aclara que en cualquier caso lo importante es ver el tiempo en el que se hace la inversión y diversificar la cartera.
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¿Qué opciones hay para no perder frente a la inflación? ¿Cuál es la más ventajosa? ¿Conviene el dólar blue? Las respuestas de Mateo Bianco.
Dólar Blue. Dado que casi nadie puede acceder al dólar oficial de 365 pesos nos queda ir al blue. Se trata de una opción de cobertura segura, pero cara.
Dólar MEP. El dólar MEP se consigue a través de una compra y venta de bonos. Con pesos se compra el bono y se vende contra dólares. Y luego se transfiere a la caja de ahorro. Es una transacción en blanco. Hay una brecha de 100 pesos respecto del dólar blue. Casi cualquier persona puede acceder a este dólar, pero por lo general no se hace esta operación por desconocimiento.
Dólar debajo del colchón, no. Lo interesante, una vez que tenemos los dólares, es invertirlos, dándoles un rendimiento y no teniéndolos bajo el colchón. Hay que tener en cuenta que el dólar también se deprecia por la inflación de entre el 3 y el 5 por ciento en Estados Unidos, por lo que nuestros dólares van perdiendo valor adquisitivo.
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Bonos CER. Los bonos CER, en un país con altos índices de inflación, son una buena alternativa de inversión y es por eso que muchas de las personas que eligen invertir parte de su cartera en pesos optan por esta opción. Estos activos financieros se ajustan por inflación minorista, asegurando una rentabilidad mayor o igual a la inflación medida por el CER. Cualquier persona puede acceder. Se pueden comprar a partir de mil, dos mil o cinco mil pesos.
Plazo fijo. Recomendamos estar poco en pesos. Y, en todo caso, conviene ir a los bonos CER. El plazo fijo tiene una tasa de rendimiento real negativa. No es una buena opción porque pierde contra la inflación.
Comprar bienes. Si la idea es desprenderse de los pesos, se pueden comprar bienes. Muchas personas se refugian en un auto o una moto y así evitan la especulación de si el dólar está caro o no para comprarlo. Esto va con la inflación real. Acá la recomendación es comprar un bien con liquidez, es decir algo que se pueda vender rápidamente.
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Billeteras virtuales. Igual que el plazo fijo se trata de una tasa real negativa, siempre corriendo atrás de la inflación. Mucha gente las utiliza para evitar usar dinero físico, pero no porque le convenga como inversión. Pero, antes de dejar la plata en la mesa de luz, y siempre que sea dinero de uso rápido, se puede poner en una billetera virtual.
Tarjetas de crédito. En este contexto inflacionario lo ideal es manejarse con cuotas sin interés, aunque se van achicando las cadenas de pago. En estos casos conviene hacer el cálculo si nos conviene pagar en efectivo con descuento o financiar, aún con interés. Para este cálculo existe la página Infleta.com.ar.