En todos los modelos se usa un vidrio de 18 mm de espesor lo cual ya es una seguridad ante un impacto importante; y la profundidad (ancho) es de 50 cm aproximadamente.
Hay modelos estándar pero eso no significa que no se puedan hacer a pedido. Los largos más usuales de las mesadas son de 1.20 m, 80 cm y de 45 cm, pueden llegar a fabricarse hasta de 1.80 m de largo, más no porque dificulta el traslado.
Básicamente, es una bacha que ocupa –en algunos casos- casi la totalidad de la mesada, quedan unos bordes para apoyar objetos. Se sostienen a través de ménsulas de cromo y lucen a través del vidrio los desagües rígidos para agua fría y caliente que a cierta altura quedan prácticamente imperceptibles.
Incluso se pueden añadir toalleros al frente con lo cual se optimiza más el espacio.
Lo bueno de esta mesada y bacha es que ambas forman un cuerpo y en lugares reducidos evitan la idea de compactación. En pocas palabras, son funcionales y estéticas.
Además de los modelos translúcidos, opacos o texturizados cuyo grabado disimula las salpicaduras del agua; las mesadas pueden ser de colores, los más comunes: naranja, turquesa y rojo.
Una mesada de 1.20 m x 57 cm cuesta alrededor de $ 4.500, una de 80 cm x 50 cm $ 3.500 y una de 45 cm x 41cm $ 1.800, aparte las ménsulas a $8 00. El precio es aproximado porque depende de los modelo y diseño.
Asesoramiento: Vanguardia de Savino y Asociados.
¿Cuál es el secreto del vidrio?
(Por Andrea Soria) Es un material tan versátil como frágil, aunque los que trabajan con él han ido descubriendo la forma de darle más resistencia. La elegancia es indiscutible.
Lo nuevo para el baño y/o para pequeños toilettes son las mesadas que tienen incorporada la bacha. Se logra a través de un proceso de moldeado y estiramiento del vidrio a altas temperaturas (+ de 700ºC) con un templado que le da más resistencia. La superficie puede ser translúcida, texturizada u opaca.