Las ventanas calefaccionadas son una nueva alternativa de calefacción central por agua, funcionan y usan los mismos elementos que el sistema con radiadores, con la diferencia que la misma carpintería es el encargado de disipar el calor en el ambiente. Pueden considerarse para obras nuevas o en reformas importantes (para refuncionalizar la cañería de la calefacción) que impliquen nuevas instalaciones.
Funcionan solas o en forma mixta, con otros calentadores.
Técnicamente, es una ventana con doble vidriado hermético, en el interior del marco se coloca el tubo de 4mm que conduce el agua, y una pluralidad de aletas que posibilitan la convección. En las esquinas se continúa con una pieza curva de acero inoxidable flexible y el marco de aluminio incorpora la ruptura de puente térmico que evita que el frío exterior ingrese y a la inversa evita la pérdida de calor.
Es invención cordobesa y joven por lo que le resta madurar un poco el lado estético, usan un perfil de aluminio de un ancho único (87 mm) que puede resultar un poco “tosco”. Cuestan un 10% más que con radiadores, aunque es relativo porque ahorran entre un 10% a 15% de consumo, tienen baja inercia térmica, evitan la condensación en los vidrios por ende no producen humedades ni manchas, eliminan las zonas frías, climatizan en forma pareja, y permiten la renovación del aire. El cortinado no es obstáculo, la convección es suave y se produce por debajo y por arriba de la cortina.
Se está poniendo fresco
(Por Sara Bongiovanni) Las propuestas para acondicionar los ambientes interiores comienzan a exhibir sus virtudes. Una de las más recientes y novedosas son las ventanas calefaccionadas, funcionan como un radiador convencional sólo que van acopladas en el perfil de la abertura. También se pueden instalar en puertas e incluso en el espejo del baño.
Estéticamente deslindan las paredes de soportar artefactos que, aún con los mejores diseños, ocupan un espacio muchas veces necesario.