Batiéndose en retirada, los Kirchner buscan arrastrar a Clarín (La Voz del Interior incluida)
Sólo un gobierno muy débil pudo protagonizar la triste puesta en escena de ayer a la tarde para presentar el “informe final” sobre Papel Prensa, forzando interpretaciones en una concatenación de hechos ocurridos hace más de 30 años.
Como alguna vez lo definió Sergio Berensztein, Néstor Kirchner (ayer con una cara de rabia que lo decía todo) es como Mike Tyson en sus últimas peleas: ya no ganaba por knock out, pero aún así podía hacer mucho daño comiéndose la oreja de Evander Holifield. Aunque eso le costara la pelea.
El farragoso discurso de CFK ayer en cadena nacional buscó darle sustento racional o lo que no es sino una guerra personal del matrimonio presidencial: hacer el mayor daño posible al Grupo Clarín, cualquiera fuera el costo que deban pagar ellos mismos y los terceros cercanos.
Como en toda guerra habrá algunos circunstanciales beneficiados, y allí estarán editores y empresarios periodísticos buscando sacar el pequeño provecho coyuntural de mejores condiciones y -sobre todo- la generosa pauta publicitaria del gobierno nacional, potenciada en un período pre-electoral.
Aprendiendo de la derrota política que desencadenó la resolución 125, el gobierno apelará esta vez de movida al Congreso, para “declarar de interés publico la producción de pasta celulosa y papel de diario, su distribución y comercialización”, a la vez de generar un marco regulatorio a esta actividad.
Aunque La Voz del Interior venía siguiendo desde una posición más distante esta guerra, ayer la presidenta decidió meterla en el ring al recordar que Cimeco (grupo Clarín y accionista de Papel Prensa) es la dueña del diario local y Los Andes.
El Grupo Clarín no es un “santo de mi devoción”, e InfoNegocios ha hecho reiteradas críticas a su posición dominante en el mercado cordobés; pero de esta avanzada desordenada y caprichosa del gobierno nada bueno puede salir.
A más de un año de las elecciones, el clima de negocios en Argentina parece entrar en un pronóstico sombrío.