“Para que un inmueble pueda venderse rápido es fundamental que se ajuste al valor real”, empieza definiendo Ariel Champanier, presidente de Re/max Premium.
Sin embargo, esta tarea puede ser un verdadero desafío frente al contexto actual: el mercado acaba de alcanzar un nuevo récord en cuanto a las propiedades que se encuentran en venta. Esta sobreoferta -más los altos niveles de inflación que atraviesan a la Argentina-, suma volatilidad y se traduce en una gran disparidad de precios.
“Muchas veces los vendedores cometen el error de darle su propiedad a quien más alto se lo tasa. Esto produce que tarde mucho más en venderse o que directamente no se venda; y, al tardar más, el valor baja más aún”, indica Champanier.
En ese sentido, el ejecutivo promete al público general: “Siguiendo nuestros lineamientos, las casas se ponen en venta y en menos de 25 días ya cerramos la reserva” y remarca: “el éxito está en la tasación”.
3 errores de tasación
1. Volcar factores emocionales que terminen sesgando la percepción del cliente sobre el precio real. “Por lo general, los propietarios quieren más de lo que el mercado va a pagar. Pero la realidad es que la necesidad o las ganas del propietario no influyen en el valor de cierre. No se puede imponer un precio por necesidad, hay que guiarse por lo que avala el mercado”, empieza aclarando Champanier.
En ese sentido, agrega: “Hay muchos propietarios se quedaron con valores de otra época, de otro mercado, de otra Argentina, cuando la situación económica era distinta. Quizás había crédito, blanqueo o medidas que impulsaron el mercado que hoy ya no están”.
2. Tomar como referencia el valor de una propiedad similar: “Nuestra estrategia es clara. Le mostramos al propietario a qué valor se vendió en su área, no lo que están pidiendo”, aclara Champanier.
3. Pedir por encima del precio que se espera recibir con el objetivo de dejar un margen para negociar: Estrechamente vinculado al punto anterior, el presidente de Re/max admite que las propiedades pueden arrancar en un precio un poco más alto que el promedio, pero aclara que nunca podrán superar el 10% de su valor real.
En ese sentido, desde el grupo inmobiliario enfatizan que actualmente la brecha entre los precios de publicación y de cierre se ubica en un 7%, y que ellos “asesoran a los dueños con variables reales de propiedades vendidas para reducir la disparidad de precios”.