La suba de la pobreza, que afecta a 11 millones de argentinos, fue noticia ayer tras difundise el informe, que evidenció cómo la inflación le pega de manera directa a los que menos tienen.
Sin embargo, la caída de los ingresos revela también cómo los argentinos nos vamos quedando sin algo que nos distinguió hasta no hace mucho tiempo en la región e incluso en el mundo: nuestra capacidad de ahorro.
En el 2011, el 17,6% de la población tenía posibilidades de ahorrar. Ese porcentaje cayó al 11,8% según el Barómetro de la Deuda Social difundido por la mencionada Universidad.
Esos niveles son similares, a los de países africanos (Camerún, 10%; Sierra Leona, 8%; Angola, 18%), teniendo en cuenta los datos del Banco Mundial sobre Ahorro Bruto (Ingreso Bruto – Consumo + Transferencias Netas).
Llegan a la mitad de países de la región u otros con los que nos comparábamos en nuestra “época de oro” -Bolivia, 24%; Brasil, 17%; Chile, 21% mientras que Australia tiene un 25% y Canadá un 21%- y están muy lejos del líder: China, con el 50%.
El barómetro determinó que el ingreso mensual promedio por persona en el país es de $3.520, (La EPH del Indec lo establece en $ 4.414) y que un 42,6% cree que sus ingresos son insuficientes.