- Las estadísticas dicen que estamos viviendo más, ¿estamos viviendo también mejor?
- Sí y también es posible evaluarlo médicamente.
- ¿Cuánto hay de lo que natura da y cuánto de hábitos en el desarrollo de enfermedades?
- La verdad es que si te tocó una buena genética, podes vivir 100 años haciendo lo que quieras; pero no todo el mundo tiene esa suerte.
- Y no podés hacer nada para revertirlo…
- No podés hacer nada por ahora; tal vez en poco tiempo más sí. Lo que sabemos por ahora es que hay determinada combinación de genes que tienen un efecto protector. En un futuro no muy lejano se podrán manipular los genes para que todos tengamos ese efecto protector que a determinadas personas las hace vivir más y mejor. La terapia genética o la fármacogenética van a ser una realidad en poco tiempo.
- ¿Qué otra tendencia ves en el mercado?
- Terapias y tratamientos farmacológicos personalizados y grandes avances en estudios genéticos. Por ejemplo, ya se está investigando la predisposición genética de las personas a determinadas enfermedades como el cáncer y viendo de qué manera se puede modificar esa predisposición.
- ¿En Europa la depresión ya es considerada una pandemia?
- Sí. La gente vive más, pero no necesariamente mejor. Para el 2025, por ejemplo, estiman que en Europa el 65 % de la población va a tener más de 65 años. Esa gente es candidata firme a una depresión. Son situaciones nuevas, que no existían antes y para las cuales los sistemas de salud deberían estar preparados.
- ¿Una de cada 3 personas va a tener cáncer? Eso dicen las estadísticas…
- No tengo un dato tan preciso, pero es probable. El hecho de que la gente viva más hace que a partir de determinada edad comiencen a padecer condiciones crónicas. No hay ninguna persona mayor de 65 años que no tenga al menos una dolencia de esas características.
- ¿Cuál es la más común?
- Sobrepeso y obesidad son las más comunes; después la hipertensión y la diabetes, que ya es considerada una pandemia acá y en todo el mundo.
- ¿Por qué?, ¿la alimentación?
- Si, tiene mucho que ver la alimentación, pero también el estilo de vida. En la década del 50 del siglo pasado cualquier persona medianamente normal trabajaba 6 o 7 horas en un trabajo físico, no con un trabajo más intelectual como ahora.
- Parentesco, diferencias, mitos y realidades entre el Alzehimer y ateroesclerosis…
- Ambas son demencias y se caracterizan principalmente por síntomas como la pérdida de la conciencia de sus actos. La diferencia es que una es de origen degenerativo y la otra vascular.
- ¿Hay presión de la industria en los tratamientos de enfermedades crónicas?
- En este aspecto no; sí en otras cosas. Y te explico por qué. Hay estadísticas que indican que el 70 % de los pacientes con condiciones crónicas, al cabo de 3 meses abandonan el tratamiento prescripto por el médico, o bien toman la medicación de vez en cuando. Es por eso que en Blossom desarrollamos un modelo de cuidado de salud cuya clave está en darle al paciente poder, permitirle que sea él quien gerencie su propia enfermedad.
- Es un concepto interesante, pero difícil de aplicar…
- Tarde o temprano el sistema de salud deberá adoptarlo por una cuestión económica. Tenemos un sistema diseñado para una epidemiología de la década del 50 del siglo pasado, no para lo que sucede hoy, donde cada vez son más las personas ancianas y con enfermedades crónicas. En otras palabras, está preparado para que llegues con un infarto, pero no para evitar que lo tengas. Y así, está probado que no funciona.
- En tus años de carrera, ¿qué te sorprendió más y qué pensás que te va a sorprender más en el futuro: los avances tecnológicos o los de la farmacología?
- En lo que es tecnología aplicada a la medicina va haber muchos avances en el futuro, pero creo que las grandes sorpresas van a venir por el lado de la terapia y la farmacología genética.
- ¿Qué futuro tiene la medicina alternativa?
- Es un concepto muy amplio. Lo que sí puedo decir es que hay cuestiones como la meditación y el yoga que ayudan mucho. En la práctica médica me he topado con cosas inexplicables para la ciencia. Por ejemplo, hace varios años tuve una paciente a la que cualquier médico le daba 2 o 3 meses de vida, porque tenía un cáncer fulminante. La mujer vivió 12 años y me acuerdo que siempre decía que se iba a morir cuando sintiera que había terminado de criar a sus dos hijas. Y se murió una semana después del casamiento de su hija menor.
- Como hombre de ciencia, ¿cómo lo explicás?
- No tiene una explicación científica. Pero de algo estoy seguro: la actitud frente a la enfermedad hace una diferencia. No estoy seguro qué sea, pero es una realidad.
- En la lucha por ser bellos, ¿hay límites?
- Cada vez están y van a estar más lejos los límites. Pero no es sólo una cuestión estética, sino que de lo que se trata es de tener un envejecimiento de calidad. De qué te sirve vivir 100 años si los vas a vivir mal.
- ¿Cuáles son las tendencias en cirugía estética?
- Cada vez hay mejores técnicas, menos traumáticas y con menos tiempo de recuperación. Las cirugías estéticas llegaron para quedarse, aunque también van a surgir nuevos tratamientos estéticos no invasivos como los que aplican los principios de la Criolipólisis para quemar las células grasas en forma natural. También los tratamientos que utilizan la radiofrecuencia van a dar qué hablar.
- Es decir, que el negocio de la estética tiene cuerda para rato…
- Sí, pero a la par de los centros de tratamientos estéticos administrados por profesionales serios, también van a proliferar los “truchos”, que compiten con el precio, pero que pueden tener un alto costo para la salud del paciente. Yo tenia un profesor en la facultad que decía siempre que la gente sabe distinguir muy bien si un restaurante es bueno o malo, o si una peluquería es buena o mala, pero no tiene la más pálida idea si un médico es bueno o malo, porque muchas veces “compra” un buen médico porque es simpático o carismático.
- ¿Se puede trabajar el tema del sobrepeso o la malnutrición sin el apoyo de la industria de la alimentación?
- Es dificilísimo, pero se puede. En Argentina va a pasar lo que ya está sucediendo en otras partes del mundo, donde los gobiernos han comenzado a tomar el tema en serio y hay un mayor control sobre los alimentos. Hoy en día, en general, que un paquete diga light o bajas calorías no es garantía de nada.
- Pero se está perdiendo la batalla…
- Sí, absolutamente. Pero algo va a tener que cambiar, porque es un tema de salud pública.
Entrevista: Iñigo Biain y Marcela Pistarini
Fotografía: Álvaro Corral