En un nuevo almuerzo de Análisis de Ciclo de Coyuntura, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea dejó plasmado que el viento de cola postcrisis de 2001/2002 hoy sopla del otro lado.
Hay tres factores externos que condicionan la actividad económica en el país - subrayó el economista Juan Manuel Garzón- y los enumeró:
Baja en el precio de las commodities: este año se darán los precios más bajos del último lustro y “probablemente haya sectores que pierdan toda su rentabilidad”, señaló. El ejemplo está en la industria láctea, donde el precio de la tonelada de leche en polvo cayó 25% respecto al 2014.
¿La peor crisis de Brasil en los últimos 25 años? “A Brasil le va a costar mucho más de lo que se pensaba salir de la situación recesiva en la que está”, dijo el economista Jefe del Ieral Córdoba. Y agregó: “el problema para nosotros no sólo es que nos costará más venderle por la devaluación del Real sino que ellos tendrán excedente y van a estar atentos para vendernos”, expresó.
Devaluación de canasta de monedas: los 12 socios o competidores más importantes de Argentina han devaluado sus monedas entre un 15% y un 30%. “El dólar y el yuan siguen firmes, pero se trata de las economías más fuertes del mundo, el peso argentino es una excepción a la regla”, dice.
El botón de muestra surge de la comparación del costo en dólares del Salario Industrial que muestra el siguiente cuadro.
Situación compleja
“Los factores externos son complicados de resolver y eso explica porqué a la economía local le cuesta tanto salir de la recesión. No habíamos tenido este contexto externo tan desfavorable en los últimos años”, señala Garzón, quien asegura que al Gobierno le están quedando pocos instrumentos para revertir este ciclo negativo.
“Devaluar solamente no sirve por la alta inflación existente, tampoco puede hacer demasiado con política monetaria (emisión, baja de tasa de interés) porque alimenta la inflación si emite mucho y para esterilizar las tasas que pide el mercado cada vez son más altas; y, por último, tampoco puede incentivar mucho el Gasto porque el déficit cuasifiscal es muy alto y el déficit técnico ya está en cifras preocupantes”, enumera.
Consultado sobre las opciones que le quedan, reflexionó: “está haciendo, diría yo, lo que dice el manual para parchar la situación: mantienen el nivel de gasto pero cambiando el origen de financiamiento y no emitiendo sino buscando deuda. El punto es que esa deuda debería enfocarse más en el exterior para no aspirar los pesos que los privados necesitan”, indica.
No obstante, aclaró: “pero eso tiene un límite, sino tenemos el festival de deuda de los ‘90 y ya sabemos qué ocurre”.