¿Qué es exactamente Monsanto?
Monsanto es una empresa que -desde el 2003- está focalizada solamente en agricultura. Aunque tenemos más de 100 años en el mundo, hoy el perfil de negocios pasa sólo por agricultura y dentro de eso hacemos básicamente tres cosas: semillas para cultivos extensivos con biotecnología (maíz, soja, algodón y canola), productos para protección de cultivos (Roundup) y hortalizas, un rubro donde no somos tan conocidos, porque es un negocio más difundido en Europa. De hecho, en América del Sur producimos un 30% de las semillas de hortalizas que se siembran en el resto del mundo. Somos 25.000 empleados en todo el mundo, 1.250 en Argentina. Eso es Monsanto, aunque quizás mucha gente nos conoce por nuestras marcas Dekalb, La Tijereta, Roundup, más que por el nombre Monsanto en sí.
- ¿Las tres unidades se balancean a nivel global?
La que más crece, claramente, es la de los cultivos extensivos con biotecnología. Los agroquímicos son un negocio maduro que va a tender a mantenerse.
- ¿Por qué son tan cuestionados? ¿Cuál es la lectura que hacen?
Para mí eso tiene que ver mucho con el liderazgo que tomó Monsanto dentro de la biotecnología, un rubro donde la comparación la tenés que hacer con Syngenta, Dow, Dupont, Bayer y Bass, cinco corporaciones que son muchísimo más grandes que Monsanto y están en multiplicidad de negocios. ¿Cuál es la diferencia con Monsanto? Que nosotros estamos solamente en agricultura, a diferencia de las demás, con lo cual todo su foco está puesto en mejoras en productos para la agricultura.
- Les faltó un publicista ahí que les creara un “Si es Bayer, es bueno”, ¿no?
Sí, nos acordamos tarde (risas). Yendo al punto de la reputación y de la imagen a mi me parece que por este foco en la agricultura, nunca tuvimos una mirada más global hacia la opinión pública y no le explicamos al consumidor qué significa la biotecnología.
- ¿Es posible imaginar un mundo sin biotecnología hoy por hoy?
A ver... el gran problema que existe, o el gran desafío, para ponerlo en términos de oportunidad, es que la proyección de aumento de la población llevará a que en el año 2050 seamos 9.000 millones de personas, 2.000 millones de personas más que hoy. Y buena parte de esa gente estará en países que están en desarrollo y van a consumir no solamente más, sino que mejor. El desafío que existe es producción de alimentos manteniendo el área cultivable que existe hoy, para no destruir bosques e ir en contra de los ecosistemas.
- No queda otra que ser más productivos...
Y más eficientes... Monsanto asumió un compromiso de cara al 2030: duplicar los rendimientos de nuestros cuatro cultivos, pero utilizando un tercio menos de agua, un tercio menos de agroquímico y un tercio menos de fertilizante de lo que hoy se utiliza. En síntesis: la biotecnología hoy es un imperativo para poder seguir alimentando al mundo.
- Ayudame a entender algo, ¿cómo es eso que quieren menos soja en Argentina?
Yo siempre digo que lo que te trajo hasta acá no nos va a hacer exitosos hacia adelante. Si seguimos haciendo lo que estamos haciendo hoy, vamos a comenzar a pagar las consecuencias. Es que la soja tiene un beneficio muy grande: requiere pocos fertilizantes y es un cultivo de buen rendimiento, pero es una oleaginosa que tiene poca materia verde residual, entonces lo que le devuelve al suelo es muy poco. Ahora cuando vos sembrás sorgo o maíz -que son gramíneas- la planta tiene una cantidad de materia verde que incorporada al suelo como rastrojo recuperan la fertilidad física y química.
- ¿Cuánto mejora el rendimiento luego de una rotación?
Si vos sembraste soja en un lote donde hiciste antes maíz, te rinde entre un 16% a un 18% más.
- Si es tan buen negocio, ¿por qué no se hace?
Hay problemas de índole económico: la inversión inicial que requiere el maíz contra la soja, retenciones, exportaciones, y también hay otro punto que son los arrendamientos. Nosotros estamos bajo una ley de 1948 que permite el contacto accidental, esto es, que el productor puede hacer contrato por un año y el que alquila quiere maximizar el año de arrendamiento. Ahora si los contratos fueran por 3 años, ahí la cosa cambia. El tema es quién le pone el cascabel al gato, porque legislar sobre esto es muy complicado.
- Pero la apuesta de Monsanto al maíz saltan estas limitaciones...
Es que vemos inexorable que el productor haga más maíz y por eso empezamos en Córdoba una planta para hacer 3,5 millones más de hectáreas de maíz en Argentina. Si uno ve el mundo en los próximos 20 años, es como si sobre la región se posara una aspiradora de alimentos: la mercadería está vendida a futuro.
- El plan para llegar a las 160 millones de toneladas es viable, entonces...
El programa estratégico del gobierno lo aplaudimos todos, pero el problema no es cómo vas a llegar a cultivar eso, sino también cómo vas a hacer para moverlo. Si hoy con 100 millones hay unos despelotes (sic) en la ruta, imaginate con 60 millones más no vamos a poder salir a las rutas. Esas son las cosas estratégicas que como país deberíamos resolver.
- ¿Vos estás orgulloso de pertenecer a Monsanto? Tus hijos, ¿cómo lo ven?
A ver, ya me escuchaste hablar con lo cual no hace falta que te diga que estoy orgulloso de trabajar acá. Mi familia sabe lo que hago, cree en lo que hago, se enoja con las cosas que ven y que escuchan, porque es muy fácil generar miedo en la sociedad. Por eso ahora estamos contando nuestra visión: si yo me siento con una persona y le cuento esta historia yo sé que esa persona cambia.
- Pero algunos ambientalistas no quieren escuchar, parece...
Lo que pasa es que no tiene argumentos. Si yo voy con nuestros científicos y me siento con Medardo Ávila y Raúl Montenegro y discutimos sobre hechos reales, se les acaba el negocio. Entonces nunca va a aceptar una invitación: yo los he invitado a los dos y no quieren venir. El error para ellos sería confrontar porque ahí no tienen argumentos, porque si tuvieram, todos los directivos de Monsanto deberíamos estar presos, y Monsanto se debería haber ido del país hace 50 años.
- Cuando tenés que incorporar alguien a tu equipo, ¿qué mirás?
Que tome mate (risas) En el área de asuntos corporativos necesitás una diversidad de pensamiento para poder operar, yo soy ingeniero agrónomo hice programas de negocios, pero haber entrado en esto hace casi 10 años fue un cambio grande. Hay capacidades que yo no tengo que busco en gente de mi equipo, gente que entienda la política, que pueda interactuar con los medios, que tenga habilidades de comunicación. Yo algo he aprendido, pero busco esas capacidades que no tengo.
Bonus Track de la entrevista a Pablo Vaquero, Vicepresidente de Monsanto.
- ¿Hay un choque de lobbies o de intereses en contra de la sojización?
No, yo creo que en esto hay ideología, o sea hay grupos que ideológicamente están en contra del modelo agropecuario en Argentina porque creen que van en contra de la agricultura familiar y el modelo debería ser distinto. Para mí, el tema no es que exista una visión distinta, para mí la gran pregunta es cuál es la solución de esa visión distinta. Tenemos un modelo productivo eficiente, que no va a ser eficiente en el futuro si no hacemos cambios ahora, pero el cambio no es ir a la agricultura familiar, y con esto no digo que no tenga que haber agricultura familiar, es una parte, pero para cumplir con un requerimiento de lo que es la seguridad alimentaria a nivel global hay que tener una estructura y un pensamiento de país diferente. Ahora, el tema de la sustentabilidad en los suelos y la recuperación de la fertilidad en los suelos es una deuda que tenemos que asumir ahora porque después no la vas a poder pagar. Es por eso que la apuesta de Monsanto en el campo argentino porque tiene que ser más sustentable y para eso va a necesitar más maíz porque cuando llegue la demanda sino está la bolsa no se va a cumplir.
- Igual creo que en sus argumentos está el tema de las relaciones para que esto no ocurra.
Nosotros estamos imputados judicialmente por la Afip por un montón de causas, el gobierno nos está encima... o sea, si yo te dijera estamos en el mejor de los mundos con el gobierno te diría que tengo mejores amigos.
- El caso de barrio Ituzaingó...
Imagínese que en ese caso el juez hubiese dicho que las malformaciones, las enfermedades son causa del glifosato; nosotros estaríamos todos presos. ¿Cuál fue el resultado del juicio de Ituzaingó? Mal uso y mala aplicación, 3 o 4 años contra el dueño del campo y el aplicador. Utilizaron mal el producto y yo creo que ahí si hay una deuda desde las empresas, desde las cámaras y desde los productores de cómo utilizar los productos y ahí sí asumo la responsabilidad de que tenemos que comunicar distinto y poner más foco en cómo utilizar el producto, pero déjame decirte una comparación: dentro de la clasificación toxicológica, está entre los cultivos de banda roja, que son los más peligrosos, los de banda amarilla menos, los azules que son moderadamente peligrosos y los verdes que son los menos tóxicos, todas obviamente tiene un nivel de toxicidad y están regulados por el Senasa. El glifosato es banda verde y es de los poco herbicidas del mercado que son banda verde, porque todos los demás son azules y los amarillos se están prohibiendo todos, cuando vas a un super mirá los repelentes o los insecticidas y mirá la clasificación toxicológica y vas a ver que son clase 3 o sea banda azul, esto significa que te va a matar más que el Roundup, no. Esto significa que tiene más toxicidad y que tenés que tener más precaución de cómo lo vas a usar; el problema no es del producto sino de su uso.
- Ustedes como empresa, le venden al productor y ¿cómo sigue la cadena?
Nosotros tenemos una red de centros de servicios que son los que almacenan los productos que después se le entregan a los productores. En general hacemos cursos para fumigadores nosotros y dentro de las Cámaras, todos los centros de servicios de depósitos de Monsanto están certificados como depósitos de los más altos estándares de calidad, somos la única empresa que tiene 100% de sus centros de servicios certificados, cursos de capacitación, obviamente la información está toda. Aún así, evidentemente no llegamos a cubrir el gran espectro que existe de contratistas, de fumigadores y es un trabajos continuo y ahí es donde yo digo que tenemos que hacer mucho más de esto . Tenemos que hacer mucho más porque no hay concientización en el uso de los productos, y tenemos discusiones muchas veces constructivas, y otras no, con las entidades. Hay que poner foco en esto porque el problema no es Monsanto y sus productos, porque hay 200 marcas de glifosato en el país, o sea que ataquen a una empresa es un hecho anecdótico y es una forma de entrarle al problema pero todo esto termina en el modelo productivo. Creo que desde los gobiernos tiene que legislar, pero no para aumentar la distancia, sino que el gobierno vea cómo es la norma y que hay que cumplirla, y el que no cumple lo castigamos, porque yo no estoy en contra de que se haga un juicio a alguien que hace mal las cosas, lo que estoy en contra es que se distorsione el mensaje y que se mezcle todo, como La Biblia y El Calefón.
- Veo que tenés muchas cosas de la psicología positiva, ¿siempre fuiste así?
Sí, porque si querés nos quejamos y nos castigamos, pero en definitiva la cosa es que si estamos haciendo algo mal lo tenemos que hacer mejor y si estamos haciendo algo bien tenemos que decirlo.
- ¿Tenés algún hobby?
Me gusta la pesca con mosca, es muy deportivo, divertido y te redesconecta. Ando mucho en bicicleta, me gusta correr, nado también aunque hace mucho que no hago nada.
- ¿Cómo es tu día a día? ¿Tenés una rutina?
Viajo mucho. Varía cada día. Estoy casado con una psicóloga, tengo dos hijos, uno estudia dirección de cine y mi hija comienza (la licenciatura en) turismo.
- ¿Te desconectás?
Me cuesta. He progresado, he aprendido. No conecto la computadora el fin de semana pero estoy conectado con el teléfono. Le pongo muchas horas al trabajo: mi día comienza temprano y termina tarde.