Ulla: "la solidaridad está intacta" (Los desafíos del tercer sector: profesionalización y financiamiento)

(En el inicio de este nuevo año, InfoNegocios aporta 8 artículos de reflexión para  pensar temas claves para Córdoba y Argentina; aquí el séptimo).

En los ´90 la sociedad civil emergió bajo la denominación de “tercer sector” para hacerse  cargo de las deudas de un Estado ausente. Una década después, comenzaron a agonizar y dependieron, fundamentalmente, de la buena voluntad de actores individuales. Sin embargo hoy se transfiguran y ponen en el eje de discusión el compromiso social vinculado a la equidad y no ya al asistencialismo. Si bien enfrentan muchos desafíos tales como la profesionalización y el financiamiento, tienen un futuro promisorio. De eso nos habla un entendido en la materia como Luis Ulla, que dedicó buena parte de su vida a distintas organizaciones y que actualmente es miembro del Consejo Consultivo Internacional del Instituto Ethos de Brasil, profesor universitario de RSE y director ejecutivo del Iarse.
(La entrevista completa que integra El Libro de los Negocios Lo que Viene en Córdoba edición 2011 / 2015 en “ver la nota completa”).

- Antes de convocar al Luis Ulla profesional, contame por dónde le gustaría al Ulla ciudadano que transitara el tercer sector los próximos años.
- A mí me gustaría una sociedad con un tercer sector mucho más fuerte, más organizado, más crítico y más independiente de los otros sectores como el empresarial o el público.

- ¿Y estamos muy lejos de eso? Fácticamente, ¿cómo va a evolucionar el sector?
- Eso sería lo deseable. Sin embargo en los próximos 5 años veo una debilidad del tercer sector en el país por muchas razones: una tiene que ver con que la Argentina no participa más del financiamiento internacional y todavía no se movilizaron todos los recursos internos que tenemos como sociedad para sustituir eso que recibíamos como apoyo externo. La Comunidad Europea terminó dando una frase lapidaria, dijo: “Argentina bien puede con sus pobres”. Lo cual sería cierto si existiera un esquema de distribución de la riqueza que funcione, el problema es que no hemos ensayado modelos que busquen una sociedad más equitativa usando nuestros propios recursos, o por lo menos, con los sectores de extrema pobreza no fue así...

- No suena muy prometedor…
- No, pero por otro lado veo con mucha esperanza fenómenos en donde los jóvenes se comprometen y participan en el desafío de construir una sociedad con más equidad.
Además soy muy optimista cuando veo lo que están haciendo muchas fundaciones y fundaciones de empresas. Es lo que nosotros llamamos la inversión social privada, es decir, utilizar dinero privado en causas que son públicas como la educación, la equidad de género o la integración por ejemplo. Otro logro importante es que hoy se habla mucho más de responsabilidad social, no sólo de las empresas, sino de los gobiernos, de las universidades y hasta en las escuelas secundarias lo están incorporando en la currícula. Eso es fantástico porque nos pone a pensar a todos en la co-responsabilidad.

- Las ONG´s surgieron en los ´90 de la mano del neoliberalismo cuando el Estado se desentendió de muchas responsabilidades que le eran propias, ¿cambió ese rol con los años? ¿Hacia dónde vamos?
- Sí, efectivamente, ante la retirada del Estado en los ´90 cuando dejamos de atender a los niños, a los pobres, a los ancianos, a los jóvenes, a las mujeres, y tantos otros sectores, la sociedad reaccionó y se hizo cargo. Se crearon muchísimas organizaciones que tenían que ver con esta idea de atenderlos. Luego, la crisis del 2001 tuvo dos impactos. El primero fue que convocó a los que no se habían enterado: mucho voluntariado en esa época era de parte de gente que tenía trabajo y no lo había perdido, pero que salía a colaborar. Eso fue lo bueno. El segundo impacto, no tan bueno, es que la capacidad contributiva de la sociedad se debilitó y esto fue haciendo que la gran cantidad de organizaciones sociales que surgieron
en los ´90 se fueran muriendo de inanición porque no tenían cómo financiar su trabajo. De la mano de eso se desprofesionalizaban y sólo quedaba gente voluntaria en el tiempo que le quedaba libre.

- ¿Y así llegamos al 2011?
- Lo que tenemos hoy es un sector social muy debilitado con voluntarios que apenas tienen tiempo para atender el problema que los convoca, pero que no pueden ocuparse de ejercer la presión social que hace falta para recuperar los mecanismos normales que debería tener esto. Por ejemplo, deberíamos tener mecanismos serios para usar dinero privado en causas públicas, es decir, recuperar la idea de que pueda haber desgravación impositiva controlada, como tienen las sociedades más avanzadas.
Sería una buena forma de financiación porque si para una provincia es difícil conseguir dinero de parte del gobierno nacional, ¡cómo será de difícil para una ONG!

- Hoy, que el Estado parece más presente, ¿el rol no empieza a mutar?
- El problema es cómo está presente el Estado. Si estuviera presente generando equidad de oportunidades y no de resultados, sería ideal.

- Aunque parezca una pregunta obvia: ¿qué debería asegurar el Estado?
- Si el sistema no funciona bien, ¿repartimos los resultados al final? ¿O será que si el sistema no funciona bien es porque no todos tienen las mismas oportunidades? Cuando repartimos resultados, el que es eficiente, el que trabaja y el que no trabaja es lo mismo porque al final dividimos igual entre todos. Esa es una forma de generar equidad. La otra forma, es garantizar a todos la oportunidad de tener educación, salud, vivienda, cultura… De esta manera todos pueden llegar a tener un resultado equitativo. En Argentina se hace a la inversa y no solucionamos el problema de fondo.

- Y hablando del financiamiento del tercer sector, ¿cómo está compuesta esa matriz y cómo lo ves de acá a unos años?
- Una de las deficiencias es que en los últimos años no tenemos estudios, entonces voy a dar una respuesta intuitiva. Creo que hoy se financia por donaciones individuales, por aportes de empresas y por donaciones de tiempo, capacidad, conexiones y redes de la gente. Fundamentalmente hoy se financian por la fuerza de las redes. Nos queda analizar si hemos agotado la capacidad solidaria de la Argentina y allí creo que el caso Bustos Fierro demostró que no es así, que esa capacidad está intacta. Entonces deberíamos ir por ahí: explotar esa capacidad solidaria argentina.

- Habrá que depender de la buena voluntad de la gente entonces…
- Más que depender, habría que movilizar la buena voluntad, ampliar el umbral de la buena voluntad.

- ¿Cuál es el principal desafío del trabajo en red?
- La generosidad. En definitiva una red se pone en marcha porque me animo a compartir un conocimiento, una información, un dato… Nosotros nos hemos criado creyendo que el que tiene información tiene poder, y hoy te das cuenta que tiene poder el que tiene capacidad de hacer circular la información y no el que la guarda. La información va a ser barata y abundante. Y esto da vuelta la idea de riqueza: el tipo más rico no es el que más acumula, sino el más despojado.

- ¿Las redes sociales inciden en esto?
- Sí, la teoría de las redes dice que son mecanismos que se ponen en marcha cuando hace falta. Es como si todos estuviéramos conectados a través de un hilo que está flojito. Cuando preciso algo tiro del hilo para que se active. Creo que las redes sociales están intactas. Creo que habría que promoverlas más, pero para participar se necesita generosidad y confianza.

- ¿Cómo ves a las generaciones que vienen, a los que ahora son chicos de jardín y primaria?
- Tienen un nivel de sensibilidad ambiental y social altísimo. Y aquí mucho tiene que ver la educación: muchas escuelas privadas están haciendo fuerte hincapié en la cuestión ambiental, pero nos preocupa que la escuela pública no esté dando la misma señal.

Los 5 tips para el 2016
• Habrá poco financiamiento internacional.
• Recuperar la idea del dinero privado para causas públicas.
• El trabajo en red será fundamental.
• Ampliar la capacidad contributiva y solidaria de la gente.
• Asegurar una educación en valores de las próximas generaciones.

La Justicia dicta sentencia (sin precedentes en Córdoba) por falta de cobertura médica ($ 64 millones de resarcimiento, 50% por daño punitivo)

Un fallo histórico marca un precedente en el ámbito del Derecho a la Salud en la provincia de Córdoba por la dimensión económica del daño punitivo. La Justicia ratificó una sentencia que condena a la obra social OSEIV (Obra Social de Empleados de la Industria del Vidrio) y a Galeno Consulting Group por su negligencia en la cobertura del plan materno infantil de un matrimonio cordobés. El monto total de las indemnizaciones asciende a la suma de $ 64.728.098.66, incluyendo intereses.

Pocito entrega 2 pisos de oficinas (triple A) y 8 locales comerciales: ¿qué marcas y compañías plantarán bandera en este nuevo desarrollo?

Hace algunos días Pocito Social Life (de la desarrollista Proaco) hizo entrega oficial de las primeras 12 oficinas y 8 locales comerciales, que forman parte de una propuesta comercial que promete dinamizar el sector con marcas gastronómicas y de otros rubros. ¿Qué marcas se animarán a desembarcar en este desarrollo que promete mucho en Córdoba?