Primero lo primero: ¿qué dice la ley?
En su primer artículo, la nueva ley 27.545 -popularmente denominada como “de góndolas”- reza:
“La presente ley tiene por objetivos:
a) Contribuir a que el precio de los productos alimenticios, bebidas, de higiene y limpieza del hogar sea transparente y competitivo, en beneficio de los consumidores;
b) Mantener la armonía y el equilibrio entre los operadores económicos alcanzados por la ley, con la finalidad de evitar que realicen prácticas comerciales que perjudiquen o impliquen un riesgo para la competencia u ocasionen distorsiones en el mercado;
c) Ampliar la oferta de productos artesanales y/o regionales nacionales producidos por las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) y proteger su actuación;
d) Fomentar a través de un régimen especial, la oferta de productos del sector de la agricultura familiar, campesina e indígena, definido por el artículo 5° de la ley 27.118, y de la economía popular, definido por el artículo 2° del anexo del decreto 159/2017, y los productos generados a partir de cooperativas y/o asociaciones mutuales en los términos de la ley 20.337 y la ley 20.321”.
En “criollo”, la actual disposición suma regulación para la exhibición de determinados productos, y afecta directamente solo a los 13 “pesos pesados” del retail de nuestro país. Cabe resaltar que por estos locales circula más de un cuarto del total del mercado de consumo masivo.
Así, según se establece en el séptimo artículo, los productos de un grupo empresario determinado no podrán ocupar más del 30% de una góndola. Además, dicho espacio deberá involucrar a al menos cinco proveedores diferentes, y el 25% de la superficie tendrá que destinarse a mercancía manufacturada por micro y pequeñas empresas nacionales.
Al mismo tiempo, un 5% tendrá que ser adicional “para productos originados por la agricultura familiar, campesina o indígena” y “los sectores de la economía popular”.
También decreta que “los productos de menor precio conforme la unidad de medida deberán encontrarse a una altura equidistante entre el primero y último estante”, es decir, en el primero o segundo estante.
Estas mismas generalidades aplicarán para los sitios web de estas empresas, cuando dichas plataformas estén destinadas a la venta online de productos.
La postura de Grupo Libertad
Diego Sabat, director de Legales y Relaciones Institucionales de Grupo Libertad, rescata el espíritu de la nueva legislación: “Si tengo que señalar un costado positivo, diría que lo que ha hecho es concentrar los esfuerzos de las grandes cadenas en la incorporación de proveedores pymes”. Y dice que “indirectamente favorece al desarrollo de las economías regionales”.
Sin embargo, Sabat remarca: “En Grupo Libertad traíamos desde antes, en nuestra matriz, a este tipo de productores”. En ese sentido, el vocero afirma que aunque la regulación “puede parecer muy minuciosa”, receptó muchas de las condiciones bajo las que ya estaban trabajando varios de los actores del sector.
Nuevos desafíos logísticos
Para el director de Libertad, uno de los principales retos a enfrentar tiene que ver con la relación de sus clientes con los cambios en la disposición de los artículos.
Sabat señala que el desafío está en que las góndolas “no solo respeten estas nuevas disposiciones, sino que además sigan siendo visualmente atractivas. Que el cliente pueda encontrar los productos que habitualmente consume, y en todo caso que eventualmente tenga otras alternativas, en ciertas categorías, para comparar”.
Por otro lado, sobre la posibilidad de un eventual desabastecimiento en los productos de primera marca -debido a la reducción de su exhibición-, Sabat dice que de momento no han registrado problemas de ese tipo. “Es algo a lo que estamos muy atentos”, agrega; “al tener topes en ciertas categorías límites se supone que, de mantenerse la misma demanda, podrían haber problemas de este tipo; después de todo, el cliente es el que manda y elige su producto. Esto representa un desafío en la reposición y el abastecimiento, pero hasta ahora no hemos percibido ningún tipo de faltante transitorio”.
Presencia de pymes y productores populares
Sabat resalta que para Libertad “incorporar a productores pymes no representa un desafío. Nosotros siempre decimos que somos una cadena del interior, y no es simplemente un slogan; nuestra presencia territorial la tenemos en 9 provincias y, aunque contamos con los proveedores líderes, nuestro compromiso siempre ha sido incorporar a los pequeños y medianos productores de cada una de las regiones en donde estamos”.
Y asegura: “Se puede clusterizar la incorporación de proveedores; tenemos muy buenas historias de proveedores que empezaron trabajando con uno o dos supermercados y después se nacionalizaron; crecieron a lo largo de la expansión de la compañía”.
Sin embargo, Sabat también sostiene que, para poder iniciar ese camino, “es necesario que estas empresas cumplan con ciertos requerimientos de calidad, de rotulamiento de artículos, y otras cuestiones, que muchas veces se pasan por alto”