“El dinero que las familias obtuvieron como aguinaldo se destinó a afrontar o saldar deudas en el mejor de los casos y, después de ello, decidieron no incurrir en nuevos gastos. Se acabó el ciclo del endeudamiento”, indicó Rubén Martos, presidente de la Federación Comercial de Córdoba (FEDECOM).
La comercialización en la provincia se retrajo 10,7% respecto de igual mes del año pasado.
“Al mismo tiempo, hay que sumar a la situación de endeudamiento de las familias, la incertidumbre que se genera en relación al futuro de la macroeconomía y el impacto que puede tener el conflicto con los fondos buitre en la economía del hogar; y también la inquietud que despierta la inseguridad laboral en algunos sectores de la actividad, como el autopartista, automotriz, metalmecánico, frigorífico y otros, que afrontan suspensiones”, señaló el comunicado de la entidad.
Como en las mediciones anteriores, los 22 rubros relevados por la Federación de Comercio registraron contracciones. En esta oportunidad, oscilaron entre el -6,2% interanual que evidenció la venta de alimentos y bebidas, y el -26% de las operaciones inmobiliarias en toda la provincia.
En todo el país se retrajeron 9,6% respecto de julio del año pasado.
El comercio se quedó sin “efecto aguinaldo” (las ventas volvieron a caer más del 10%)
Por segundo mes consecutivo las ventas cayeron más del 10% en los comercios minoristas cordobeses, de acuerdo a datos de Fedecom. Desde la entidad estiman que el temor a una profundización de la recesión frenó el consumo y que el aguinaldo de junio sirvió para “tapar huecos” pero no se trasladó a nuevas compras.