“ (…) la desigualdad de los ingresos no ha empeorado. El Indec calculó el Coeficiente de Gini en el primer trimestre del año 2014 en 0,42, un nivel similar al de hace un año atrás y mucho mejor que el 0,51 de hace una década. La explicación del no deterioro de la distribución del ingreso, pese al contexto económico y laboral adverso, también la brinda el Indec. Según esta fuente oficial, entre los primeros trimestres de los años 2013 y 2014 se observa que:
· Las remuneraciones del total de los ocupados subieron un 25%.
· Las remuneraciones del 10% de mayores ingresos crecieron sólo un 22%.
· Las remuneraciones del 90% restante aumentaron un 26%.
La información oficial muestra que en el último año todas las remuneraciones crecieron menos que la inflación (estimada en el entorno del 34% anual), pero el impacto no fue homogéneo entre niveles de ingresos. Los que menos incremento de remuneraciones tuvieron son el 10% de los trabajadores con ingresos más altos. Esto se explica fundamentalmente por el creciente impacto del impuesto a las ganancias. El 90% restante de los ocupados, al no estar afectados por este impuesto, tuvieron aumentos de remuneraciones superiores y, por lo tanto, sufrieron menos el deterioro real de sus ingresos.
El impuesto a las ganancias, más allá de la rudimentaria forma en que se está aplicando, ha contribuido a mejorar la distribución del ingreso. Hace 10 años, cuando su incidencia era muy acotada, el 10% de las personas con más altas remuneraciones se apropiaban del 35% del total de la masa remuneratoria. En la actualidad, esa proporción se redujo al 26%. Esto implica que el 90% restante de los trabajadores, que mayoritariamente no están alcanzados por el impuesto a las ganancias, aumentaron su participación en las remuneraciones totales del 65% al 74%.
Otra mirada al impuesto a las Ganancias a los salarios: mejora la distribución del ingreso
Aunque los asalariados mejor posicionados en la escala nacional van a patalear (y mucho) con el cobro de este aguinaldo, mirando los datos de Idesa hay un efecto positivo de la creciente incidencia del impuesto a las ganancias sobre las remuneraciones: hace 10 años, los salarios más altos representaban el 35% de la masa salarial global, una relación que baja ahora al 26% para ese decil mejor remunerado.
El análisis de Idesa (un think tank que no puede ser “acusado” de kirchnerista) en nota completa.