El peronismo cordobés puso primera y desde hoy echará a rodar ya sin disimulos su estrategia electoral para el 2023. El acto de ayer en el hotel Quorum fue una especie de lanzamiento y medio: el gobernador Juan Schiaretti coronó frente a toda la dirigencia de Hacemos por Córdoba a Martín Llaryora como su sucesor; y el intendente de Capital le devolvió la cortesía: “Juan, te necesitamos presidente”, proclamó y un auditorio repleto como en los tiempos pre pandemia, estalló en aplausos.
“En esta Argentina desunida donde nadie se puede juntar con nadie, es que necesitamos de una ver por todas a alguien como vos. Te lo decimos todos los militantes, tenés nuestra ayuda, te necesitamos presidente Juan”, lanzó Llaryora.
El vicegobernador Manuel Calvo prologó el discurso de apertura a cargo del mandatario provincial, que arrancó una hora después de convocada la dirigencia y militancia. Tras un extenso repaso de su gestión y de los “logros” a lo largo de más de dos décadas de gobierno peronista en Córdoba, Schiaretti fue entrando lentamente al momento más esperado de la tarde. Antes de promover a Llaryora como el candidato a gobernador del oficialismo, dijo que estaba convencido que Hacemos por Córdoba podrá conducir la provincial “en la próxima era que se avecina”.
Luego, aportando más suspenso a la proclamación, dejó abierta la posibilidad a una interna partidaria si es que hubiera más de un candidato, señaló; una postura que, en verdad, responde más a lo que indica el manual de la buena práctica política que a como suele proceder en la realidad el peronismo en Córdoba.
“Nosotros como expresión política del modelo cordobés tenemos hombres y mujeres capaces de conducir la Provincia en esta nueva era. Y estoy seguro que entre todos juntos vamos a encontrar al candidato que pueda ser el gobernador que pueda llevar adelante estas transformaciones. Creo que como toda fuerza política democrática seguramente si hay diferentes candidatos se definirá el mismo en elecciones internas como corresponde”, dijo el mandatario.
Pero de inmediato siguió: “nosotros tenemos dentro de la gente capacitada para seguir con el timón de la provincia, a una persona que se ha destacado en estos últimos años. Siendo joven demostró capacidad de gestión, seriedad, capacidad de consenso, y que tiene las condiciones para llevar responsablemente a Córdoba a la nueva era”, y allí sí disparó: “propongo a Martín Llaryora como candidato a gobernador de la Provincia”. El auditorio se puso de pie. Schiaretti le ofreció todo su apoyo y su “humilde” experiencia.
A su turno, frente a un peronismo con algunas fisuras internas, pues ni el espacio del villamariense Martín Gill ni el del histórico dirigente de Punilla Carlos Caserio estuvieron presente, Llaryora arrancó con un enérgico discurso político cargado de momentos nostálgicos. Ya en pose de candidato a gobernador, el capitalino recordó a su padre, y mirando al cielo y con la voz entrecortada le agradeció al ex gobernador José Manuel de la Sota mientras desde la primera fila lo aplaudía sin demasiada euforia la diputada Natalia de la Sota.
El jefe político del Palacio 6 de Julio arrancó diciendo: “no soy producto de las encuestas o de una consultora, soy producto de la militancia”, una palabra que repitió deliberadamente a lo largo de su alocución. Precisamente, Llaryora buscó todo el tiempo empatizar con la militancia apelando a sus inicios en la política, se mostró como un dirigente amplio y le ofreció sus dos manos a los intendentes para redoblar el trabajo en el futuro. A ellos les pidió comenzar desde hoy a trabajar en su candidatura, y se presentó como el garante de la continuidad del cordobesismo.
Llaryora fue bastante más critico de la oposición y sus futuros rivales que Schiaretti. Aunque sin nombrar a nadie, se refirió al senador Luis Juez cuando dijo que “algunos ni siquiera pasaron la prueba en la Municipalidad, no pudieron llegar a los 8 años de gestión porque los cordobeses no se confunden. Pueden hablar mucho pero cuando tuvieron que demostrar y gobernar pusieron a la ciudad de rodillas”. “La gente los va a mandar a la casa”, vatinó.
El candidato a gobernador del PJ y otros 14 partidos aliados, también dejó entrever cuáles serán los lineamientos de la campaña. Presentó el concepto político con el que rebatirán el certificado de defunción para Hacemos por Córdoba que pretende firmarles el año que viene Juntos por el Cambio. “Nos critican porque llevamos 24 años, pero 24 años de alternancia. Los años no tienen nada que ver. Cuando haces las cosas bien, la gente te elige. Si no, te saca”.
Por último, el intendente pidió redoblar los esfuerzos y salir en cada rincón de la provincia a militar el proyecto que encabeza desde hoy. “Sé que no me van a dejar solo, tengo al mejor amigo y consejero para hacer campaña y gobernar esta provincia. Hoy empieza la obra. Lo mejor está por venir”, cerró ovacionado.