La sucesión de incendios de los que Córdoba fue víctima y testigo en la temporada 2024 dejó muchas más pérdidas y heridas que las expuestas. La política establecida por las autoridades provinciales para hacer frente a los daños sufridos y las estrategias para evitar nuevos siniestros está siendo cuestionada por productores agropecuarios alertados por el denominado “ordenamiento territorial”.
En un reciente comunicado de las Rurales del Arco Noroeste Córdoba (Sociedades Rurales de Jesús María, Villa Dolores, Pampa de Pocho, Cruz del Eje, Deán Funes, Arroyito y ACIPRO - Asociación de Productores de Río Primero) dejaron clara su proposición contraria y exigen ser incluidos en la determinación de ese mapa territorial como así también piden un inminente informe del Ministerio de Ambiente.
Comunicado
“La desgracia sufrida no nos hace bajar los brazos, como cada actividad de quienes amamos y defendemos la naturaleza. Pero la que menos nos amedrenta aún son las estrategias que tienen quienes imparten políticas y legislan sobre los territorios que habitamos, trabajamos y somos propietarios.
La exclusión, el silencio y la cobardía son las tres palabras que identifican claramente el accionar de una de las áreas de gobierno que más tuvo que ver en estas últimas dos décadas en torno al riesgo visto en evidencia en los incendios rurales, que azotan sin piedad toda la provincia y en especial al norte de la misma.
La exclusión es la jugada de no darnos un espacio permanente, de calidad y el reconocimiento válido en cada discusión como un actor social clave en el tema. Que no está por encima de ningún concepto de cuidado del ambiente, sino que lo integra más que nadie porque: ama, defiende, produce, prospera y se desarrolla en esa comunidad. Nada quieren más las mujeres y los hombres de campo, tan particularmente sacrificados en esta zona.
El silencio es una costumbre que además de denotar el desconocimiento e inseguridad, es cómplice de las determinaciones que han tomado funcionarios por décadas. Evidencia la culpabilidad atada a una mentira sin igual ni paragón, de la que hemos referenciado tantas veces como la incongruencia entre declaraciones provinciales y nacionales o los errores graves de asignación de criterio. Todo lleva a pensar que no es omisión, es y ha sido adrede.
Finalmente, esa cobardía expresada en la violencia de las palabras en el fervor de las discusiones o la costumbre de inasistencia a las reuniones pactadas o el recurrente hecho de retirarse antes del tratamiento de los temas que los vincularía a tremenda estafa social y ambiental.
Ni hablar de verlos defender sus estrategias y disposiciones con el cuero propio en el lugar durante los días más difíciles. Algo que nunca hemos visto, o mejor dicho; si los vemos luego de que todo pasa. También los podemos encontrar llevando las “donaciones” que les encantan, tanto como las fotos y los videos que reciben unilateralmente ciudadanos que no tienen la otra campana a mano o el tiempo de cuestionar que más habrá.
Por suerte, estamos firmes las Rurales del Arco Noroeste de la provincia de Córdoba en poder llevarles a todos quienes quieran saber que el famoso y necesario ordenamiento territorial debe hacerse sin mentiras y con todos los integrantes de la sociedad dentro. Sin eso todo es miseria y peligro. ¡Otras dos cosas que parecería motivarlos no resolver!
Por esto y sabiendo que no los vemos ni antes, ni durante; pero sí luego de las tragedias que recurrente han provocado con el fragor de sus argumentos teñidos coloridos de eventos, palabras bonitas carentes de sensatez social y, consecuentemente, ingenuidad evidente de quienes involucran en este sinsentido.
Más claro no puede estar. Por ello, reclamamos de inmediato un informe del Ministerio de Ambiente provincial y la creación de un mapa de ordenamiento territorial real en congruencia con la vida de sus habitantes, la comunidad y su subsistencia; en definitiva, el desarrollo que pregonan y del que somos todos partícipes si nos sentamos a una misma mesa”.