Solucionar un problema es el objetivo de todos los que sueñan con desarrollar su propio emprendimiento. Sin embargo, eso no es suficiente para que aquella idea primigenia logre escalar y convertirse en un negocio multimillonario. Son muchos los proyectos ambiciosos que se quedan en el camino a pesar de contar con una buena premisa o un emprendedor locuaz que supo atraer inversores gracias a su pitch.
Ryan Holmes estuvo en ambas posiciones. En 2008 fundó Hootsuite, la plataforma de manejo de redes sociales, y luego se convirtió en inversor de múltiples startups. Tras casi una década de experiencia en el mundo entrepreneur, el ejecutivo canadiense desarrolló un test al que somete a todas las compañías que buscan fondeo. Según detalló Holmes en un artículo que publicó en su perfil de LinkedIn, las claves de este esquema son las tres “T”: talento, tecnología y tracción.
“No es ninguna ciencia, no necesitás un MBA o una licenciatura en Finanzas. Me volví muy bueno reconociendo patrones, hay algunas startups que sentís que van a triunfar y otras que no”, aseguró. Para Holmes, esta estructura no solo puede ser utilizada por inversores sino también por los propios emprendedores para tomar conciencia sobre el futuro de su idea. Y explicó: “Los negocios que llenan estos tres casilleros son más proclives a conseguir financiamiento y, más importante aún, a tener éxito”.
La primera de las tres “T” está relacionada con el compromiso del propio fundador con su proyecto. “Un parámetro para mí es que haya evidencia de una dedicación fanática. Los emprendedores part-time no pasan el primer corte”, recalcó. En cambio, según su visión, aquel que quiere desarrollar un negocio debe estar dispuesto a ejercer todo tipo de roles, desde vendedor hasta diseñador e incluso atención al cliente. Asimismo, destacó la importancia de tener la habilidad de resolver rápido todo tipo de cuestiones: “Los grandes emprendedores buscan la solución ellos mismos en lugar de pasarle la posta a otro”.
Si bien es uno de los más importantes, Holmes afirmó que el ítem “tecnología” es uno de los que recibe menos atención por parte de los emprendedores. “Lo tech no tiene que ser algo en lo que se piensa a último momento. Es el principal apoyo de la mayoría de las empresas exitosas de hoy. Además, no es algo sencillo de llevar a cabo”, mencionó. Para el ejecutivo, tener una buena idea de negocios es casi tan importante, o más, que asegurar la parte tecnológica.
Por último, la “tracción” tiene que ver con testear la idea en el mercado y obtener un buen colchón de clientes para demostrarles a los potenciales inversores que el emprendimiento es algo viable. “No hay mejor validación que tener usuarios. Si la gente está dispuesta a elegir tu app o servicio entre tantas opciones disponibles, eso ya es algo”, destacó. A su vez, el fundador de Hootsuite hizo hincapié en que, para generar tracción, es vital generar un mecanismo viral por el que los clientes conozcan el proyecto.
Si bien Holmes utiliza este test para evaluar todos los emprendimientos que llegan a su escritorio, reconoce que no es infalible: “He visto fracasar ideas que cumplían con los criterios y escuché pitches poco satisfactorios que tuvieron éxito”. No obstante, señaló: “Tener en cuenta estos criterios debería dirigirte hacia inversiones más inteligentes e ideas de negocios viables”. Según el empresario, no hay ideas multimillonarias que no tengan el talento adecuado, la tecnología correcta y una tracción real.