En agosto del año pasado te contábamos que la rentabilidad que cada pasajero le deja a las líneas aéreas es de US$ 5,6, en el promedio mundial. En efecto, descontando los impuestos, los gastos en personal, tasas de aeropuerto, catering, etc. cada ticket -en promedio entre todas las líneas aéreas- sólo deja escasos dólares de ganancia.
Pero desde la caída del precio del barril de petróleo mejoró la rentabilidad de los operadores aéreos ya que el combustible tiene un impacto de entre el 18% y 22% en los costos, según nos explica Juan Nyffenegger, vicepresidente de Sol Líneas Aéreas y con muchos años en esa industria.
Es decir, la mejora en la rentabilidad debería mejorar diez puntos porcentuales, una cifra enorme para una industria de volumen que todavía no ha sido “compartida” con los pasajeros.
“Una tarifa depende de muchos factores: de la ruta, de la estacionalidad y de los países. Si para un destino hay mucha demanda las compañías tratarán de hacer caja. Lo mismo sucede con la época del año. Además, en Argentina el combustible no ha bajado por lo que esa diferencia no existe”, distinguen desde la industria.
Pero sí apuntan un dato a tener en cuenta: con mayor margen de rentabilidad, las aerolíneas tendrán más chances de lanzar promociones muy apetecibles. Un dato lo confirma: un exintegrante de InfoNegocios compró sus tickets de Córdoba a Cancún (ida y vuelta) con un descuento de más del 30%. Nada mal ¿no?
Las aerolíneas se hacen las “bobis”: el petróleo cayó al 50% pero eso no se traslada a los tickets
Que la rentabilidad de las compañías aéreas era exigua o inexistente con un barril a US$ 100 es tan cierto como que la brusca caída en el precio de los combustibles no se traslada ahora al precio de los pasajes. Qué puede pasar en esta industria, en nota completa.