Aunque antes de comenzar señaló que 6 días de gestión es poco tiempo para sacar “conclusiones determinantes o que sirvan a largo plazo”, y que hay pocas precisiones de las medidas de la nueva gestión, Berensztein compartió algunos desafíos que le esperan a “Tío Alberto”.
-Para el politólogo, Fernández se plantea un objetivo casi imposible de resolver: cerrar la grieta. “Hay gente que no solo piensa que el presidente no va ser capaz sino que prefiere no cerrar la grieta, porque se convirtió en una forma en la que nos identificamos como parte de algo”.
-”Creo que estamos viendo un escenario de relativa calma, pero tengo que compartir con ustedes una preocupación, porque esta no es una calma sustentable”, alertó y argumentó: “Es una postergación de demandas. Entonces ni bien se abra el diálogo van a llover las demandas y va a ser muy difícil llegar a acuerdo. Todos tenemos una lista que creemos que es la más importante”.
-Las tensiones internas en su coalición (sin contar el vínculo presidente-vice). “Es una coalición muy heterogénea que tampoco está claro cómo va a funcionar”, explicó.
-El contexto de la crisis sumado al riesgo de Default. “De marzo abril se juega el destino de esta administración. Los famosos 100 días, son 100 días más la cuestión de la deuda. Sin resolver la cuestión de la deuda creo que entramos en una zona de turbulencia severa. Esto también condiciona la política exterior, los márgenes de acción de la nueva administración que necesita acumular confianza sobre todo en la esfera internacional”, señaló preocupado.
-El contexto mundial es complejo y las relaciones internacionales serán un desafío enorme. “En un país que no tiene suficientes tratados bilaterales, y encima está buscando, lamentablemente, cerrar su economía, y pone retenciones, imaginensé…”.
-Y la situación de la región es aún más complicada. “Hasta el mejor alumno de la clase que era Chile, ahora está en problemas. Y frente a eso el efecto contagio puede ser significativo”, concluye.