Con 43 años de historia, La Yema de Oro fue fundada por la familia italiana de Carolina, cuyos padres, en busca de nuevas oportunidades, fundaron el negocio en 1980. Inspirados por su herencia italiana y la falta de opciones en la zona, decidieron establecerse en Las Varillas, convirtiendo su pasión por la cocina en un legado duradero.
La clave del éxito de La Yema de Oro radica en su compromiso con la calidad. Carolina remarca la importancia de utilizar materias primas de primera calidad, cocinando diariamente para garantizar la frescura de sus productos. Este enfoque artesanal se refleja en la ausencia de conservantes y la venta exclusiva al mostrador, asegurando que cada cliente experimente el sabor de la pasta casera.
El orgullo de La Yema de Oro son sus lasañas. Clientes de la capital cordobesa, e incluso de diversas provincias, acuden en busca de ellas, ya que las consideran casi irremplazables por otras.
Carolina Leiva junto a su familia.
A pesar de vivir en una era de constante innovación culinaria, La Yema de Oro optó por mantenerse fiel a sus raíces, ofreciendo una selección limitada de productos que honran la tradición italiana. Carolina explica, en este capítulo de Utuco, que, aunque intentaron introducir nuevos sabores, la demanda persiste en lo tradicional, demostrando la conexión emocional que existe con la comida de origen.
Como en cada ocasión que nos encontremos, reiteramos la invitación a sumarte, a seguirnos, a ser parte de esta movida que involucra a todos los cordobeses, porque todos #somosutuco.