Adrián Jacquelin, administrador general de Posta Nativa, es uno de los tantos emprendedores cordobeses que nunca se rinden y siempre apuestan por algo más grande. Lo que comenzó como una idea hace quince años, conocida simplemente como "La obra", evolucionó para convertirse en una marca reconocida que centraliza varios emprendimientos bajo un mismo techo.
Entre las joyas de Posta Nativa se encuentra la fábrica de capias Culto Casero, una creación que capturó el corazón y el paladar de los locales y visitantes. “Esto surge hace más o menos 15 años atrás. Primero no tenía nombre, solamente le decíamos ‘La obra’, porque pasaban los años y no se podía inaugurar. Y bueno, fue un poquito centralizar todas nuestras producciones”, comenta Jacquelin. Además de Culto Casero, la familia gestiona la fábrica de sándwiches Panetto y una variada producción de carnes que incluye cerdos, vacunos, búfalos, jabalíes, corderos y cabritos.
Las Capias de Culto Casero
Las capias, descritas por Jacquelin como alfajores que se disuelven en la boca, son la estrella de Culto Casero. “A la capia se le dice alfajor, pero realmente al alfajor hay que masticarlo, y a la capia no. La capia se disuelve entre la lengua y el paladar. Las capias Culto Casero conservan las raíces de aquellas viejas capias muy conocidas por todo el mundo”, explica Adrián.
Las hijas de Adrián, Luciana y Natalia, crecieron junto al proyecto y hoy juegan un papel crucial en su operación diaria. “Mis hijas, cuando yo empecé con esto, eran muy chicas. Hoy me están ayudando muchísimo, y son parte del equipo de trabajo”, afirma orgulloso Adrián. La producción de capias es tan artesanal como intensiva. “Es súper artesanal el trabajo de las capias, se hacen una por una, son muy frágiles, la masa es muy frágil, entonces con cuidado después se van armando”, relatan las hermanas Jacquelin.
La demanda por las capias Culto Casero crecieron exponencialmente, especialmente durante las temporadas altas como las vacaciones de julio. “Hacemos dos o tres producciones por semana, dependiendo de la demanda, y hacemos más o menos 100-150 docenas de capias por vez de producción. Por ejemplo, en las vacaciones de julio tuvimos que producir tres y cuatro veces por día esa cantidad de capias”, detallan Luciana y Natalia.
Posta Nativa no solo se dedica a atender a los viajeros que pasan por Bell Ville, sino que también busca generar una marca propia que resuene más allá de su localidad. Con una combinación de tradición y modernidad, Adrián y su familia lograron construir un negocio que es tan resiliente como innovador.
Como en cada ocasión que nos encontremos, reiteramos la invitación a sumarte, a seguirnos, a ser parte de esta movida que involucra a todos los cordobeses, porque todos #somosutuco.