Fue uno de los primeros coworking de la zona. El 13 de agosto de 2015, lo que fue un vivienda -en Fernando Fader 4412- reabrió sus puertas como Casa Fader Coworking.
En los diferentes desniveles -que conforman 280 m2- se instalaron oficinas privadas (4) y espacios comunes que suman 45 puestos de trabajo.
La cocina comedor y la sala de reuniones -el común denominador de cualquier coworking- completan los servicios junto al jardín con living y parrilla. A su vez, sus coworkers cuentan con impresiones gratuitas e infusiones.
Un plan mensual de $ 3.700 + IVA (tanto para oficina privada como para espacio común) es su única opción de servicio. El uso de la sala de reunión es libre y el horario, flexible.
Su público es joven, descontracturado y predomina el sector tecnológico: Bitlogic, Sondvik, TopicFlower, Ithreex-Global, son algunas de las empresas que se desempeñan en el espacio.
Marcelo Azar, su dueño, señala que sus clientes son muy fieles y tiene baja tasa de rotación, lo que genera muchas relaciones y confianza.
Mirá los coworking que ya visitamos:
Un día en...
Co-innova, el “all inclusive” del trabajo (1.300 m2 y 205 puestos)
Norte Coworking, el primer espacio de trabajo compartido de Villa Allende
Oficina Abierta, un espacio con reglas flexibles (más pileta y asador)
GP Coworking, un edificio de 7 pisos destinado al trabajo compartido (1.800 m2 y 350 puestos)
Bunker Coworking, un lugar para trabajar y capacitarse (con estudio de fotografía)