Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el dólar más fuerte a nivel global y su efecto en países emergentes le dio la excusa al organismo para presentar una evaluación sobre el sector externo de la Argentina, el cepo y los distintos dólares que operan en el país mientras un equipo de Economía negocia en Washington DC un acuerdo técnico con cambios en metas y desembolsos.
"El fortalecimiento del dólar estadounidense el año pasado a un máximo de 20 años tuvo importantes implicaciones para la economía mundial", sostiene el Informe del Sector Externo del FMI que examina los efectos secundarios de la apreciación de la divisa de Estados Unidos, que "recaen de manera desproporcionada en las economías de mercados emergentes".
Así, el Fondo señala que, en las economías de mercados emergentes, una apreciación del dólar estadounidense del 10%, vinculada a las fuerzas del mercado financiero mundial, reduce la producción económica en un 1,9% después de un año, y este lastre persiste durante dos años y medio. Los efectos negativos en las economías avanzadas son considerablemente más pequeños, alcanzan un máximo de 0,6% después de un trimestre y desaparecen en gran medida en un año.
En ese marco, el informe sobre el sector externo evalúa el balance de cuenta corriente de los principales países emergentes y en el caso de la Argentina, la evaluación general dictamina que "la posición externa en 2022 fue más débil que el nivel implícito en los fundamentos de mediano plazo y las políticas deseables".
La evaluación se basa "holísticamente en las elevadas vulnerabilidades de la deuda externa, las reservas internacionales precariamente bajas y la falta de acceso a los mercados de capital internacionales".
En ese marco, el Fondo, que el martes confirmó que una misión del ministerio de Economía se encuentra en Washington DC para completar la quinta revisión bajo el acuerdo de facilidades extendidas con Argentina, detalló que "es fundamental continuar implementando políticas macroeconómicas prudentes que fortalezcan la cuenta corriente externa y la cobertura de reservas para asegurar la sostenibilidad externa".
Ajuste fiscal, cepo y tipos de cambio múltiples
Entre las "posibles respuestas de política" que enumeró el análisis, el FMI lista la consolidación fiscal favorable al crecimiento, combinada con una política monetaria estricta y un régimen cambiario simplificado.
Esos puntos "siguen siendo esenciales para moderar el crecimiento de la demanda interna, fortalecer la balanza comercial, reconstruir las reservas internacionales, recuperar el acceso al mercado y garantizar la sostenibilidad fiscal y de la deuda externa", enfatizó el estudio en línea con los parámetros que plantea el acuerdo con la Argentina.
En ese contexto, para el FMI "se requieren reformas estructurales para impulsar la capacidad exportadora de Argentina y fomentar la inversión extranjera directa (IED)".
"A medida que se restablecen la estabilidad y la confianza, será necesario considerar una flexibilización gradual basada en condiciones de las medidas que regulan los movimientos de capitales y se deben eliminar las prácticas de monedas múltiples (MCP) y las restricciones cambiarias", enfatizó el informe.
Nivel de deuda
En su evaluación sobre el sector externo argentino, el FMI destaca la reestructuración de deuda de 2020 y la reestructuración de las deudas provinciales del año siguiente, pero advirtió que pese a eso "la deuda bruta y las obligaciones del servicio de la deuda siguen siendo sustanciales".
"El cumplimiento de estas obligaciones en el mediano plazo dependerá de la implementación de un sólido plan de reforma económica que restablezca el acceso al mercado", reiteró el organismo.
Salida del cepo y unificación cambiaria
Por otra parte, el organismo que dirige Kristalina Georgieva citó las medidas de control de capital y tipos de cambio múltiple como los "incentivos a la liquidación de las exportaciones de soja (el dólar soja), medidas tributarias sobre las entradas y salidas de turismo para reducir el déficit de servicios, y requisitos de financiamiento de importaciones para limitar la demanda de divisas a corto plazo".
"Las medidas de control de capitales y TC múltiples han ayudado a contener las salidas de capital, pero han introducido distorsiones que desalientan el comercio y la inversión extranjera", indicó el FMI.
"Es importante señalar que estas medidas no sustituyen a políticas macroeconómicas sólidas. Si bien los controles de capitales son necesarios a corto plazo a medida que se abordan los desequilibrios, los controles de importación y las medidas de TC múltiples deben eliminarse y es necesaria una flexibilización basada en condiciones, especialmente para alentar la IED", enfatizó el organismo.
Reservas exiguas en el BCRA
El informe elaborado con los números del 2022 apunta a la baja de las reservas internacionales antes de que las tenencias netas del BCRA entrasen en terreno negativo.
"Se necesitan políticas fiscales y monetarias más estrictas para asegurar los superávits comerciales proyectados y mejorar la cobertura de reservas, lo que a su vez es esencial para allanar el camino para el acceso al mercado", junto con la antes mencionada la salida de los controles cambiarios y la unificación del tipo de cambio.
Para los analistas del FMI, en el contexto de escasez, "las ventas de divisas (en el mercado oficial o paralelo) deben ser consistentes con los objetivos de acumulación de reservas, teniendo en cuenta la variabilidad que surge de los factores estacionales y episodios temporales de volatilidad excesiva".
Devaluación e inflación
La apreciación del dólar se asocia con un aumento de la cuenta corriente en los países emergentes. En ese marco, el blog a cargo de Rudolfs Bems y Racha Moussa indicaron que la devaluación del tipo de cambio y la política monetaria puede facilitar el ajuste, pero reconocieron que el margen es menor en emergentes.
"A las economías de mercados emergentes con expectativas de inflación más ancladas o regímenes de tipo de cambio más flexibles les va mejor", agregaron los economistas del FMI.
Las expectativas de inflación más ancladas "ayudan al permitir más libertad en la respuesta de la política monetaria. Después de una depreciación, un país puede aplicar una política monetaria más laxa si las expectativas están ancladas", postularon. El resultado es una disminución inicial menos profunda de la producción real.
A su vez, "las economías de mercados emergentes con regímenes cambiarios más flexibles tienden a disfrutar de una recuperación económica más rápida debido a una depreciación inmediata considerable del tipo de cambio", concluyeron en el blog del FMI.