No voy tan seguido como antes a los encuentros de la Mediterránea, pero cuando lo hago aprecio la manera simple de contar las cosas que tienen varios economistas del Ieral.
Los investigadores del instituto de investigaciones de la fundación y los disertantes invitados al encuentro del viernes tenían mucho para decir. Y en la gran mayoría de los casos, análisis muy interesantes.
Por caso, Jorge Vasconcelos resumió muy bien el difícil entramado económico de las economías regionales ("en Tucumán está la Opep del limón", graficó); y Marcelo Capello dejó en claro la relevancia de las finanzas públicas para el desarrollo sustentable. En los ciclos de coyuntura siempre suman (y mucho) datos como los que aportan Juan Manuel Garzón (agro), Marcos Cohen Arazi (Pymes), Gerardo García Oro (empleo) o Valentina Rossetti (economías regionales), por citar algunos.
Pero algo que se viene hablando entre los periodistas que concurrimos a estos encuentros (perdón colegas por mandarlos al frente) se comentó también entre los empresarios el viernes pasado.
"Vasconcelos resumió muy bien el problema de las economías regionales, pero después de él venían tres economistas más para hablar sobre ese tema. Para mí es mucho", me dijo una empresaria que había dejado la disertación para salir a tomar "aire fresco".
Es que la principal fortaleza de la Mediterránea -ser el think tank económico privado más federal del país- puede ser también su mayor debilidad: cuenta con mucha información y muchas veces al no poder resumirla, se pierde.
Quizás un diálogo entre dos empresarios que pesqué mientras escuchaba una de las disertaciones el viernes al mediodía resuma el sentido de esta columna. En ese intercambio de palabras, él (amigo personal de la flamante presidenta de la FM) le decía a ella: "hace poco tuve que preparar una charla en menos de 7 minutos, pensé que era imposible´y que no iba a cerrar una idea, pero fue todo lo contrario. Nunca me habían felicitado tanto", le comentó entre risas.
Disertaciones de alto impacto quizás estén hoy entre las demandas no expresadas por esta audiencia. Es decir, no es un problema de oferta -que, reitero, está muy bien organizada- sino de demanda latente.
Sino, basta mirar lo que viene sucediendo con las charlas TED. Que comenzaron en 1990 y actualmente hay más de 1000 disponibles en línea para consulta y descarga gratuita. Hasta marzo de 2011, las charlas han sido vistas más de 400 millones de veces y han sido traducidas a 80 idiomas. (GL)
¿Llegó la hora de un nuevo formato para las charlas de la Mediterránea? (¿Cambiamos?)
El 39 aniversario de la fundación cordobesa tuvo una muy buena concurrencia -650 personas-. La organización del evento -a cargo de Myriam, José y Sergio y la gente de Lawson -fue impecable, como siempre. Sin embargo, en el foyer del Sheraton no menos de cinco asistentes me repitieron lo mismo: "las disertaciones son interesantes… pero muy largas". Lo mismo escuché -por casualidad- de una charla de dos empresarios y muy buenos amigos de María Pía Astori, la flamante titular de la FM. ¿Es hora de un cambio hacia un formato “onda TED"?