Desde que el Instituto Oulton se fundó en 1979 se posicionó como el lugar por excelencia para la realización de procedimientos diagnósticos. Actualmente le presta sus servicios a más de 40.000 pacientes y realiza más de 60.000 estudios por mes. En toda su historia atendió más de 2 millones de pacientes. Carlos Oulton es su mentor.
La Fundación para el Progreso de la Medicina, por su parte, se fundó un poco antes, en 1962, y se dedica a la investigación en ciencias biomédicas y la docencia en salud. Tiene un Laboratorio Clínico de alta complejidad, de renombre en el país, que le permite generar los recursos que se destinan a la investigación en cáncer. Quien preside la fundación es, casualmente, un contador: Manuel Tagle.
“La fundación para el progreso tiene mucho en común con Oulton. Soy contador y dirijo un laboratorio de alta complejidad, pero lo hago a pedido de mi suegro con el objetivo de hacer cosas que trascienden”, comenzó Tagle con motivo de la inauguración del laboratorio emplazado en el cuarto piso del Instituto Oulton.
“Comenzamos hoy una nueva etapa. La asociación se hace en base a nuestros antecedentes de conocimiento mutuo”, declaró Carlos Oulton.
Entre los datos destacados, la Fundación para el Progreso de la Medicina invirtió en una startup denominada OncoPrecision para analizar las drogas en el tratamiento de la leucemia. “Cumplimos con el rol de hacer progresar la medicina”, sentenció Tagle, y continuó: “Oulton de la mano de Carlitos ha hecho algo asombroso, no escatima esfuerzos en llevar tecnología de punta. Y por eso se ha hecho posible este trabajo conjunto”.
“Lo mismo que hacemos en nuestra sede central, vamos a hacerlo en este cuarto piso. Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que este acuerdo tenga éxito y pueda ser uno de los proyectos que potencie las dos instituciones”, culminaron.