El IPM-H es una herramienta que permite medir las variaciones de los precios de medicamentos adquiridos por hospitales y clínicas, abarcando más de 2.000 productos esenciales en el mercado hospitalario. Desde el inicio de su relevamiento en enero de 2022 hasta octubre de 2024, el índice revela un aumento acumulado del 1.223%, superando incluso el ritmo de inflación general del país y reflejando un duro golpe para la planificación financiera de los hospitales.
¿Qué es el IPM-H y por qué importa?
El índice se construye a partir de las transacciones registradas entre unas 300 instituciones de salud y 3.000 proveedores en Argentina, lo que permite una actualización en tiempo real. Según Rafael Barbosa, CEO de Bionexo, esta herramienta es clave para el sector: "Conocemos el mercado de la salud en Argentina desde hace 24 años, y creemos que el IPM-H puede ayudar a tomar decisiones más informadas en este contexto económico desafiante".
Por su parte, Mayra Carrizo Sosa, gerente comercial de Bionexo en el país, destacó la importancia del índice como una guía no solo para los hospitales, sino también para las políticas públicas. "Al analizar el IPM-H junto a indicadores clave como el IPC general o el dólar, logramos una visión más precisa de cómo se mueven los precios en el sector hospitalario".
Los datos que alarman
El informe de octubre arroja señales mixtas: aunque hubo una caída del -1,3% en los precios de los medicamentos hospitalarios respecto al mes anterior, el acumulado anual ya supera el 179%, mientras que la variación interanual alcanza el 1.123%. Estas cifras posicionan al IPM-H en niveles comparables a la inflación general (+1.108%) y al capítulo "Salud" del IPC (+1.152%).
Bruno Oliva, investigador de FIPE, señala que esta convergencia no necesariamente es una buena noticia: "El índice muestra cómo los precios hospitalarios se alinean con la inflación, pero este nivel de aumento sigue siendo insostenible para muchas instituciones públicas y privadas".
Un impacto transversal
La utilidad del IPM-H no se limita a los hospitales. Para los proveedores, es una brújula que facilita la planificación de la producción y el manejo de inventarios. Pero más allá del sector privado, el índice puede ser una herramienta valiosa para el diseño de políticas públicas que busquen mitigar el impacto de los costos en la atención sanitaria.
En palabras de Carrizo Sosa: "El IPM-H no mide los precios al consumidor final ni los costos de tratamientos hospitalarios. Es una radiografía precisa de la dinámica entre proveedores y hospitales, un eslabón clave para mejorar la eficiencia del sistema".
La crisis del sistema de salud
Con precios que duplican la inflación general y una economía presionada por las constantes devaluaciones, el sistema de salud enfrenta desafíos sin precedentes. El acceso a medicamentos esenciales se complica no solo para los pacientes, sino también para las instituciones encargadas de brindar servicios.
En este panorama, el IPM-H Argentina se presenta como una herramienta innovadora y necesaria, aunque también es un recordatorio incómodo: la transparencia en sus precios puede ser un primer paso para enfrentar un problema que afecta tanto al sector público como al privado.