En el caos de la vida diaria, es fácil caer en la rutina, reaccionando mecánicamente a las demandas del entorno. Mariana Santos, sin embargo, nos propone una alternativa: tomar el control de nuestra experiencia diaria conectando conscientemente con la energía que fluye a través de nosotros y todo lo que nos rodea. "Muchas veces no tomamos conciencia hasta que es tarde, cuando ya sentimos hambre o malestar. Esto sucede porque nos hemos acostumbrado a vivir en un tren de velocidad, sin darnos cuenta de que somos los conductores de ese tren", reflexiona Mariana, señalando la importancia de la autogestión energética desde el inicio del día.
Mariana comenzó su viaje en el mundo de la energía a través del Reiki, una práctica que le permitió percibir una energía omnipresente que atraviesa tanto lo natural como lo creado por el ser humano. “La energía, técnicamente, es todo lo que genera un movimiento o la creación de algo. Es una fuerza invisible pero poderosa, que interactúa constantemente con nuestro entorno y con nosotros mismos,” explica. Esta perspectiva no solo se sustenta en la tradición espiritual, sino que encuentra respaldo en la física cuántica moderna, que explora cómo la energía se manifiesta en la realidad tangible.
Para Santos, entender esta energía y su manifestación en nuestras vidas es fundamental. “Lo que percibimos de la energía son sus manifestaciones. Todo, desde un objeto hasta un pensamiento, es una condensación de energía,” añade. Este entendimiento abre la puerta a explorar la intuición humana como una función conectada a esta energía, aunque advierte que para acceder a una intuición auténtica, es esencial tener claros y limpios nuestros campos mental y emocional.
“A menudo, lo que creemos que es nuestra intuición es en realidad una reacción a memorias o estados emocionales pasados. Limpiar estos campos nos permite acceder a una intuición más genuina, una chispa energética que nos conecta con una verdad profunda”, comenta Mariana. Ella subraya que el proceso de limpiar y clarificar nuestros campos internos es un trabajo constante, uno que nos permite gestionar nuestras emociones y pensamientos de manera más consciente.
Además, Santos nos invita a considerar cómo nuestra energía se entrelaza con la de los demás y con el entorno. “Estamos en constante diálogo con la energía que nos rodea. Nuestras emociones, pensamientos y la energía del ambiente influyen en nosotros, incluso si no lo percibimos conscientemente,” señala. Este reconocimiento es crucial no solo a nivel personal, sino también en el contexto de las organizaciones.
Al incorporar la conciencia energética en los espacios laborales, se promueve un ambiente más alineado con valores profundos, creando un entorno donde la conciencia y el propósito guían las acciones colectivas. “El mejor momento para crear la realidad que queremos vivir es el ahora. Desde este centro de conciencia, podemos observar y gestionar nuestras emociones y pensamientos, evitando reacciones automáticas y conectando con nuestra verdadera esencia,” concluye Mariana.
En este sentido, las empresas pueden convertirse en espacios energéticos donde cada individuo tiene la oportunidad de aportar lo mejor de sí mismo, contribuyendo así al bienestar colectivo y a un propósito mayor.
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