Axel Kicillof no se diferenció de sus antecesores. Volvió a dibujar la Ley de leyes, el Presupuesto nacional, que estima ingresos y cómo se gastarán los mismos durante el año próximo.
El ministro presentó ayer los números que el Congreso deberá aprobar en pocos días donde estima una inflación del 15,6%, un crecimiento del PIB del 2,8%, un dólar a $ 9,45.
Además asegura que los ingresos crecerán más del doble que el gasto (hoy sucede todo lo contrario), creciendo 28% la columna del “haber” y 13% la del “debe”.
Pero eso no es todo, el Gobierno estima que las exportaciones crecerán 7% -las importaciones lo harán a un ritmo del 5%- lo que le permitirá tener superávit. Además, en medio de la escasez de dólares, el Gobierno asegura que las inversiones crecerán (+0,8%).
El punto más llamativo es el de la inflación ya que en la presentación “Kichi” aprovechó para hacer correcciones al actual presupuesto (2014) y allí estimó que este año el IPC Indec crecerá 21,3%. Es decir, el año próximo la inflación descenderá casi un 30%.
Al respecto, desde el Consejo Profesional de Ciencias Económicas aseguraron que “el Presupuesto del Gobierno nacional da un marco para el resto de los actores de la economía tomen en cuenta esas variables” pero resaltaron que “eso no quiere decir que cuando se abusa en manejo de la información uno sigue creyendo”.
Con una inflación estimada en 15% para el año próximo, un dólar a $ 9,4 y con ingresos duplicando el gasto “el Presupuesto nacional se ha transformado en una formalidad más que una herramienta de gestión. Si el presupuesto parte de premisas erróneas no tiene validez”, señaló la entidad que nuclea a los profesionales del sector.