Río Segundo aún conserva, aunque con bastante deterioro, el viejo edificio donde hace 139 años se fundó una de las primeras industrias cerveceras de Córdoba: la Cervecería Río Segundo. Su historia es también, al menos en parte, la historia de la inmigración.
Guillermo Colson, un inmigrante inglés que llegó a Río Segundo a trabajar a la estación del ferrocarril fue el fundador de esta industria. Movido por el gusto de beber cerveza, Colson empezó a producirla de manera casera. Es que en esa época casi no se consumía en el país, y lógicamente los inmigrantes extrañaban su sabor.
Esa producción artesanal tuvo un giro extraordinario cuando conocidos de Colson comenzaron a probar la cerveza. Toda la historia está reflejada en el libro La Cervecería de Río Segundo, de la historiadora local Ángela Tabares.
Según cuenta Tabares, los que probaron la cerveza alentaron a Colson a que aumentara la producción, pero para venderla. Pero, este inglés emprendedor, tenía un sueño más grande: montar una fábrica.
Así fue que envió a Inglaterra una muestra de agua, para que la evaluaran. El resultado no hizo más que convencerlo de que debía continuar con el proyecto. La calidad del agua, extraída del río xanaes, era excelente para la elaboración de cerveza, elemento esencial en su elaboración. Pero había un problema: el financiamiento.
Colson no tenía los fondos necesarios para montar la fábrica.
El capital
Por esos años llegó a Río Segundo otro inglés, Guillermo Robinson. Se instaló en la localidad para recuperarse del tifus que lo afectaba. Y no tardó en conocer a Colson. Y en probar la cerveza.
Cuenta Tabares que después de probarla quedó asombrado. Con eso a su favor, Colson le propuso montar una sociedad. El 6 de agosto de 1884 quedó constituida.
A poco de abrir comenzaron los pedidos, especialmente de la ciudad de Córdoba. “La cervecería no tardó en ganar popularidad. Comenzó elaborando mil litros diarios, pero en un año ya superaba el millón de litros anual”, señala la historiadora.
Fama, en todo el país (y afuera)
Para 1892, y según consigna el libro de Tabares, “el consumo en Córdoba era casi todo de la cerveza Río Segundo”. La calidad del producto hizo que ganara fama en todo el país y la fábrica comenzó a recibir pedidos de varias provincias.
También llegaron a exportar la cerveza a Uruguay, a Paraguay, a Bolivia y a algunos países europeos.
Elaboraban cerveza blanca, oscura y negra. Esta última fue catalogada como la mejor del país. “Los análisis químicos demostraron que la cerveza Río Segundo era superior a las que se fabricaban en el resto del país”, dice Tabares.
Su demanda generó mucha mano de obra local. Llegó a tener más de 200 empleados, siendo por entonces el establecimiento industrial más importante del pueblo.
En 1907 la Cervecería de Río Segundo abrió una sucursal en la ciudad de Córdoba, llegando a emplear a 350 personas. Después en Tucumán y otra en Villa María.
Pese a los vaivenes del país, las ventas se duplicaban y el producto recibía distintos premios por su alta calidad.
El libro consigna que en 1914 la planta de Río Segundo fue adquirida por otros empresarios, del grupo Bember, que de a poco fue monopolizando el sector, comprando muchas cervecerías del país.
En 1917, y en parte por las consecuencias de la primera guerra mundial, la fábrica cesó sus tareas por unos meses.
Declinación
En un primer momento se creyó que los efectos de la crisis de 1930 no afectarían a la fábrica de cerveza, pero no fue así. La empresa empezó a dar licencias a sus empleados.
En 1932 fue clausurada, ya que no podía pagar los impuestos. Pese a que dos años después reanudó las tareas, la planta de Río Segundo agonizaba, pero la planta en Córdoba incrementaba sus ventas extraordinariamente.
En su caída, relata Tabares, también influyó la peste bubónica, entre 1931 y 1933. “A estos graves problemas debemos añadir una nueva huelga en la cervecería en 1932”, señala la historiadora.
La planta de Río Segundo fue reduciendo tareas y personal hasta que en abril de 1935 cerró definitivamente. Sin embargo la marca continuó elaborando cerveza en Córdoba hasta 1974. Tras dejar de funcionar, el edificio central se transformó en depósito de la casa en Córdoba.
Finalmente el edificio fue comprado por otra empresa. Su fachada, parecida a la de un castillo deshabitado, aún conserva el nombre de la cervecería, cada vez menos legible. De sus ventanas, estilo bandoleras, crecen ramas. Donde antes se elaboró una de las cervezas de mayor calidad del mundo funciona hoy un depósito casi abandonado.
La Cervecería Río Segundo
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Funcionó entre 1884 y 1935
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Fue una de las primeras industrias cerveceras del país
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Dominó por muchos años el mercado en Córdoba
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Llegó a ser una de las tres cervezas de mayor calidad del mundo