El Mercado de Capitales reúne a quienes disponen de fondos (los llamados inversores o colocadores) con aquellos que necesitan de fondos para financiarse (los tomadores). Esta situación se presenta como una ventaja, al no existir la diferencia o “spread” de tasas tomadoras y colocadoras.
Hay distintos segmentos para la negociación o descuento de cheques, divididos en dos grandes ramas. La principal diferencia radica en si existe un aval o garantía detrás del valor y quién es el que garantiza, pero todos se negocian dentro del mismo mercado, que es el Mercado Argentino de Valores (MAV).
El principal y segmento estrella para las Pymes es el “avalado”. Es el de mayor volumen y se negocian los valores que cuentan con un aval de una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR). Con este mecanismo, las empresas solicitan a las SGR que avalen sus cheques propios o de terceros para descontarlos a tasas muy competitivas. En caso de incumplimiento del pago del cheque, la SGR sale a afrontar ese compromiso en tiempo y forma. Estos valores, pueden descontarse a tasas entre 35 y 38%, con plazos de hasta 365 días.
Cuando la garantía de los cheques es aportada por el mismo tomador de los fondos, el segmento se denomina “garantizado”. Los activos que son entregados en garantía deben ser líquidos. En general se utilizan títulos, letras y dólar billete. Dentro de este grupo, la garantía es otorgada en custodia al MAV, quien ante un incumplimiento del librador, las ejecutará para hacer frente al pago. Aquellas Pymes que presenten el certificado emitido por AFIP pueden acceder a tasas aún más bajas. Las tasas rondan entre el 38% y el 40% anual, pero los plazos no suelen ser tan extensos como en el caso de los avalados e, incluso, el volumen de este segmento no es demasiado amplio.
Por último, encontramos el segmento “no garantizado'', donde no existe ninguna garantía adicional de pago. Esta operación depende exclusivamente de la solvencia del librador y el comprador conoce los riesgos asociados a dicha operación. Por ende, este segmento tiene las tasas más altas. Se negocian con tasas superiores al 40% anual, con plazos que no suelen superar los 120 días. También se encuentra un subsegmento especial para aquellas empresas que cuenten con Certificado PyME.
Ante un contexto de permanente inestabilidad, tanto en cuestiones de política monetaria o cambiaria, la posibilidad de tomar financiamiento en pesos a un plazo que ronda el año, realmente resulta atractivo para las Pymes.
Hoy en día, poder tomar fondos a tasas del 37/38% a un año puede ser una oportunidad, tanto para superar desfasajes transitorios de liquidez, incrementar el stock de mercadería o invertirlo en otro instrumento del mercado que brinde una tasa mayor y, de esta manera, mitigar (aunque sea parcialmente) la difícil situación que se presenta para el sector privado.
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