El teletrabajo y la virtualidad como protagonistas en 2020 dejaron al desnudo la floja realidad en materia de ciberseguridad tanto en las personas como en las empresas, con un aumento del 300% en cantidad de ataques online y un 2021 apunta a romper tal marca. Para dimensionar mejor, al paso que vamos, la cantidad de delitos cibernéticos supondrá un total de US$ 10.000 millones, equivalente el PIB de la tercera economía más grande del mundo.
Pero acá no solo hablamos de dinero, también hablamos de nosotros, nuestra privacidad que se ve vulnerada por grupo y personas que aprendieron a delinquir robándonos a través de un monitor, con las redes sociales como el escenario de la concreción de fraudes, siendo el ser humano tanto cómplice del delito, como víctima.
¿El motivo? la dificultad de capacitar a todas las personas sobre los riesgos de nuestro comportamiento en la web y cómo prevenir fraudes y problemas. Pero difícil no quiere decir imposible, por lo que ahí es donde está el caballito de batalla para dar pelea en esta guerra: la educación.
Y es que tanto el público adulto como los “pandemials” –palabra que usan desde BTR para englobar aquellos niños que se criaron en estos años de coronavirus-, la educación será el principal aliado para mejorar comportamientos, dejar de lado las adicciones a las redes (donde se concretan gran parte de los delitos como fraude y sextorsion), el impulso a comprar online (con el phishing como el delito estrella) y como resguardarnos del ransomware que merodea en el mundo de las criptomonedas
A nivel empresarial, la cosa cobra incluso más sentido, no solo por la enseñanza personal, sino por tomar conciencia de la importancia de tener una buena infraestructura de seguridad que proteja los datos de nuestra empresa, pyme o negocio.
Pero no todo es color de rosa
Pese a que la educación es un aliado, el talento humano es necesario en este rubro de la ciberseguridad, y ahí está el gran problema de hoy: no hay suficiente. Para darse una idea, tan solo en EEUU existe un 50% menos de candidatos de los necesarios, una cifra que contrasta bastante con las intenciones empresarias, donde un 55% pretende incrementar su presupuesto en ciberseguridad y el 51% busca reforzar sus equipos con contrataciones a tiempo completo. Un problema que no es nuevo, pero que todavía no encuentra solución…
Que se espera para 2021
Como posibles sucesos, desde BTR sostiene que el trafico de la Deep y Dark Web –que tuvieron un 300% de aumento en 2020- seguirán sumando adeptos, el phishing será aún más efectivo y sin oferta laboral las infraestructuras de las empresas seguirán estando sometidas en gran manera a posibles ataques, por lo que hoy más que nunca la educación ante el nuevo paradigma virtual deberá cobrar más relevancia en la agenda pública para que las próximas generaciones puedan superar estos desafíos de la internet de hoy y la que vendrá.
“El cambio de paradigma a partir de la pandemia implica un importante desafío para la humanidad: implementar prácticas de seguridad más sólidas, sensibilizar a la comunidad y educar por un mundo interconectado más seguro y resiliente”, sostuvo Gabriel Zurdo, CEO de BTR Consulting.