Para llevar a cabo el proyecto apuntarán a un mercado que no tiene poder de ahorro, pero sí mucho poder de gasto. “La mayoría, lo que hace, es comprar bienes de uso. Entonces decimos que vamos a democratizar la inversión inmobiliaria porque vamos a apuntar a un segmento que va a poder pagar un determinado monto que va a componer una inversión”, comienza explicando Pablo Rosa, gerente comercial de GNI.
Lo harán apoyados en una plataforma digital. El primer activo inmobiliario será el centro de alta complejidad que construirán para uso del Hospital Privado dentro de Pienza. Serán 8.000 m2 que se fondearán con emisiones de ese fideicomiso que van a estar tokenizadas. “Cualquiera de nosotros va a poder acceder por una décima parte de lo que vale un departamento. De manera que el cliente pueda comprar, transferir y gestionar su parte a partir de una plataforma digital”, explica Rosa.
¿A partir de cuándo? Será desde el lanzamiento de Pienza, previsto para noviembre/diciembre de 2022. Los tickets de ingresos serán de US$ 10.000.
¿Ventaja? El cliente ingresa con un ticket más bajo que el valor de un departamento y sale cuando quiere. Cuando el emprendimiento ya está en uso cobra una renta mensual. “El bien inmobiliario tiene resguardo, revalúo y renta”.
Y esta será la primera, pero no la única: “Habrá diferentes emisiones para fondear diferentes proyectos”, adelanta el gerente comercial de la desarrollista.
Cardinales, con identidad propia
Mientras tanto siguen consolidando los complejos Cardinales. Al comienzo se financiaban con Propietarian, un plan de financiación propia. “Acabamos de entregar 500 departamentos en simultáneo: en la Torre 1 de Cofico, la Torre 3 de Alto Panorama y la Torre 3 de Río Cuarto”, dice orgulloso.
Pero no se quedan quietos. Y van por otros 500 más: “Nos encontramos construyendo las torres 2 y 3 de Cofico, la torre 4 de Río Cuarto y estamos empezando la fundación de la torre 4 de Alto Panorama. En total son otros 500 departamentos en construcción en simultáneo”, manifiesta Rosa. Cabe aclarar que se trata de departamentos en complejos, con amenities. “Nuestros departamentos están apuntados al valor que pretende el cliente y por lo tanto son entre un 20% y un 25% más grandes que la media”.
Una desarrollista con constructora propia
“La empresa constructora es propia, es una rareza porque la mayoría de las desarrollistas no tienen constructora propia. Nosotros sí porque nuestro sistema de construcción es un sistema revolucionario que se llama encofrado trepante”, describe Pablo Rosa.
¿En qué consiste? Es una sola estructura desde el piso hasta la terraza que se va llenando con hormigón y hierro. “Es una estructura muy noble, sin problema de humedad, ni de rajadura, pero para hacerla necesitamos mano de obra calificada y por eso tenemos nuestra propia constructora”, justifica.
Tan es así que un viernes por mes homenajean a los obreros de la empresa que llevan 10 años trabajando con ellos. Otra rareza.
La administración del consorcio también es propia (y al costo). “Además tenemos otra empresa que pertenece a GNI, en sociedad con Cesar Rivera que se llama Rent a Flat que ya administra 100 departamentos temporarios de la desarrollista”.
Venta tradicional, sí (y venta con granos, también)
-¿Venden con granos? -le preguntamos
-Sí, el campo es uno de los sectores potenciados después de la pandemia. Entonces hicimos un acuerdo exclusivo de comercialización, no solamente en granos, sino a través de las estructuras comerciales de dos organizaciones: una es la Cooperativa Cotagro en Río Cuarto y otra, en el resto del país, con AGD. Tenemos un convenio de canje de cereales por inmuebles a través de ellos. Y ahí lo financiamos en una o dos cosechas. En estos momentos estamos con el dólar soja a $ 200 entonces la mayoría de las operaciones se hacen con la soja disponible, que es la que se entrega en el momento. Si no se hacen contratos de entrega de granos futuro.