A lo largo de los últimos años en nuestro país el turismo se ha consolidado como actividad económica y práctica social. Con un impacto que se distribuye a lo largo y a lo ancho del país, esta actividad genera puestos de trabajo, colabora en el crecimiento de economías regionales y se desarrolla durante todo el año, con especial énfasis en las vacaciones de verano.
Desde el INAES, se han implementado diversas estrategias para fortalecer este sector de la economía social que constituye un complejo entramado del que surgen otras formas de producir, comercializar y consumir turismo. Así, el turismo cooperativo, mutual y de base comunitaria se define por estar centrado en la promoción del bien común, basarse en la sostenibilidad y fundado en la ayuda mutua.
En números
Según el Catálogo de Turismo cooperativo, mutual y de base comunitaria elaborado por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, en conjunto con el Centro de Iniciativas de la Economía Social (CIES), existen más de 200 entidades en todo el país que se desempeñan en distintos rubros de la actividad turística: desde hospedajes, hasta agencias de viajes pasando por Gastronomía y propuestas culturales, entre otros.
A su vez, el Catálogo detalla que el sector turístico se comprende por más de 51.000 empresas formales prestadoras de servicios turísticos, en su mayoría micro, pequeñas y medianas empresas. El sector genera un 6% del total de empleos con más de 1 millón de puestos de trabajo y se ubica como la 5° actividad exportadora del país.
En materia de promoción del turismo, según registros del INAES, casi 70 entidades de la economía social participaron de las ediciones del PreViaje, el programa destinado a incentivar la pre-venta de servicios turísticos nacionales. Entre las principales provincias que participaron se encuentra Chubut, Santa Fe y Chaco, entre otras.
Otra forma de vacacionar
La tradición cooperativa y mutual de nuestro país no es nueva. El turismo, como una de las tantas expresiones de este movimiento, ha encarado la transformación de comunidades, pueblos y distintas regiones de nuestro país que han encontrado en esta actividad una economía pujante al mismo tiempo que una forma de organizar el trabajo en su lugar de origen.
Es a través de esta forma de turismo que podemos valorar, difundir y preservar las culturas, nuestros recursos naturales, parajes y sus comunidades. La propuesta por un turismo mutual y cooperativo constituye la apuesta por la promoción del bien común, la ayuda mutua en el marco de una actividad que resulte accesible, sustentable y que de impulso a las comunidades locales.
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