Lejos, lejísimos de ser publicidad engañosa la propuesta fue absolutamente cierta: la marca sería la pionera en realizar asados bajo el agua. Por primera vez en la historia se realizaría hazaña semejante y así se hizo… cientos de personas han pasado ya por la localidad porteña de Tigre a comer asado y beber fernet debajo del agua y miles siguen esperando su oportunidad de hacerlo.
La ubicación de la parrilla fue ingeniosa y estratégica: un lugar con mucha agua. Pero la parrilla submarina no es sumergible, se colocó en una orillita, se llenó de agua y allí está, su estética es como la de una gran pecera hueca con bordes anchos en los que se llenó de agua el espacio entre sus paredes, por lo cual si viniera a Córdoba se podría ubicar hasta en la plaza San Martín. De hecho fue aquí en donde la estructura fue realizada, de la mano de VidPia, y se trasladó hacia Buenos Aires en un gran camión que se movía por las rutas generando una gran expectativa.
Por la idea y la gran comunicación que se hizo de ella, pareciera que a nadie le terminó importando lo simple de la propuesta. No caben dudas que la gente de Madre sabe perfectamente lo que hace, a pesar de que se rozó finamente el límite donde la expectativa se convierte en desilusión…
La parrilla submarina de 1882: ¿mucho Gre, Gre…?
(Por María Mercedes Beracochea) Poco se decía sobre la mecánica del asado bajo el agua, pero muchos hablaban de ello ¿Cómo van a hacer para meter a la gente y preparar un asado? ¡Todo abajo del agua! Se generó una movida tal que hasta en Cadena 3 el gran Mario Pereyra se preguntaba “¿a dónde metíamos la parrilla en Córdoba? ¿En el San Roque? Lo cierto es que la parrilla submarina tranquilamente podría estar en el patio de tu casa. Una idea simple, que dio que hablar… Madre lo hizo de nuevo.
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