Después del mundial del ‘78 arrancó en publicidad y nunca más paró y, a pesar de haber tenido ofertas desde otras agencias, Rombo Velox fue la primera y la única. Con tantos años en publicidad pasó por clientes de todos los colores y tamaños: “cuando empecé la cuenta fuerte de la agencia era Industrias Mecánicas del Estado, que fabricaba los Rastrojeros y era muy raro en esos tiempos que una agencia del interior tuviese una cuenta nacional. Eso hizo fuerte a Rombo en su momento y la llevó a lo que es hoy”, comenta Medeot antes de arrancar la entrevista.
- ¿Cómo jugaría Rombo sin Messi (Tarjeta Naranja)?
Obligaría a otra estructura, pero no va cambiar en mucho la metodología. El crecimiento que tuvo Naranja es indiscutible, el tema es saber equilibrar la cartera de clientes dentro de la agencia. Nosotros hemos sabido equilibrar los clientes: Naranja sigue siendo la cuenta dominante, pero siempre tenemos anunciantes fuertes con los cuales crecer trabajando en conjunto como lo hicimos, y hacemos, con Naranja.
Naranja tiene una diversidad enorme de acciones y de medios, que no son masivos, que son puntuales y muy focalizados, y en eso la agencia participa permanentemente en el día a día.
- ¿Cómo se distribuye Naranja entre sus dos agencias: Rombo Velox y la porteña BBDO?
BBDO tiene Capital Federal y nosotros tenemos el resto del país. En este momento la línea conceptual la está marcando BBDO, porque es la agencia con la que se pretende entrar a Capital Federal. Pero trabajamos sin ningún problema.
- ¿En el trabajo de Naranja para otros países también están ustedes?
Estamos más que nada en lo que hace a identidad y generamos -tanto para Dominicana como para Perú- las primeras piezas, después la bajada local ya la tienen que hacer con agencias de cada lugar. La primera pieza con la que se presentó internacionalmente Naranja se llama “Multiuso” y es una pieza que tiene 15 años y sigue funcionando con los plásticos de cada zona. Los diseños de los plásticos para cada región también son nuestros.
- ¿Qué pasó con Naranja MO? ¿Por qué no anduvo?
Para mi fue un producto adelantado a su tiempo: es muy probable que en dos o tres años el monedero virtual funcione mucho más aceitadamente. Naranja le puso muchísimas pilas y energía, convocó a Natalia Oreiro, pero también ellos entendían que era un riesgo, porque no estaba generalizado el hábito de este tipo de consumo.
Entre los cálculos estaba la posibilidad de que el producto no prenda, pero se lo quiso capitalizar también como un golpe de innovación. Ser los primeros en tenerlo y darle fuerza hasta que se acomode en el mercado.
- Dejemos a Naranja un rato... vos que has trabajado tantos años, con diferentes gobiernos, monedas, crisis y no crisis. ¿Cómo ves hoy a la situación publicitaria local?
Creo que tenemos que hacer un corte, porque este año es muy particular. Esta marcado por elecciones y las cuentas políticas a las agencias siempre les generan un ingreso importante. Si hacemos un corte de este año puntualmente, nosotros arrancamos muy bien enero y febrero (el comienzo de temporada) pero en marzo dimos con que muchas empresas habían recortado sus presupuestos, y algunas los habían hecho desaparecer o los han llevado a niveles mínimos. Si comparamos con el año pasado, nosotros el 2012 subimos en volumen casi un 40% en relación a 2011, si haces la proyección en función del año pasado, este año esta mediocre tirando a malo.
- ¿Y qué se espera para el año que viene?
Los años electorales nos han traído a nosotros un problema de flujo de trabajo en donde hay inestabilidad. Los cruces entre partidos traen una cierta indefinición por parte de los anunciantes, que prefieren esperar a que pase todo. Hay anunciantes que no quieren estar en una tanda sobresaturada de discurso político. Y eso obviamente perjudica.
- ¿En época de elecciones, cómo la pasa una agencia sin clientes políticos?
Cae y eso se siente sobre todo en el último mes electoral. Hay empresas que te dicen “esperemos que terminen las elecciones y después volvemos”, haciendo un mínimo de manteniendo. Nuevocentro, por ejemplo, tiene que salir fuerte el día de la madre que es en octubre, el mismo mes de las elecciones. Además es una cuenta compleja, por la gran cantidad de piezas que requiere, tanto decorativas dentro del shopping, digitales, en medios. Son cosas con un gran costo acotado a un presupuesto determinado y que requiere mucho trabajo.
- ¿Es más fácil hoy acotarse a un presupuesto chico que hace unos años o al revés?
Córdoba es la mejor plaza publicitaria del país, después de Capital Federal. Supera a Rosario, Mendoza, Tucumán, etc. Y las supera porque hay muchas empresas que surgieron aquí con mucho éxito y mucha difusión a nivel nacional, desde Arcor, Naranja, Prittty, Grido, Vitnik. Eso llevó a que las agencias se preocuparan mucho más por su producto, que se capacitara a mucha más gente y que fuéramos más exigentes. No hay tantas instituciones formadoras en el resto del interior como las hay en Córdoba. Estas instituciones están generando a un flujo de gente que viene con otra cabeza, con una cabeza más metida en lo digital. Por eso, volviendo al tema de los presupuestos en Córdoba, no sólo las productoras tuvieron que actualizar y adaptar equipamiento, como lo fue en el caso de las animaciones, también hay que adaptar la cabeza.
- ¡Qué auge de comerciales animados! ¿no?
¡Es el problema de los actores! Se han equiparado los honorarios con Buenos Aires, donde es más accesible tener 20 o 30 actores. A nosotros usar dos actores ya nos crea un problema porque partimos de un presupuesto base mínimo de $ 15.000 sólo en esos dos actores. Por eso uno piensa invertir esa plata en una buena animación, algo bien hecho y que tenga buen impacto. Por ese dinero tengo la posibilidad de amortizar mejor toda la producción. La comparación es obvia: si tenés un presupuesto de $ 30.000 en Córdoba y uno de $ 300.000 en Baires, no es lo mismo gastar 15.000 en actores cuando tenés un presupuesto de $ 30.000, que cuando tenés uno de $ 300.000... simplemente no se puede. Y eso está llevando a que nos adaptemos a maneras alternativas de trabajo como las animaciones.
- Como exdocente, ya que durante muchos años has sido docente, ¿cómo ves a los futuros profesionales del sector?
Cuando creamos la carrera en el IES, yo sentí un terrible cargo de conciencia porque el primer año hubo 90 inscriptos y en el segundo año, entre primeros y nuevos, había 600 alumnos. Evidentemente en su momento fue una moda, y era muy difícil detectar lo que los impulsaba profesionalmente. Fue un número que nos desbordó. Pero de esa camada surgieron muy buenos profesionales que trabajan hoy en agencias. Fui a dar clases hace unos día a Go! y los cuatro profes que están ahí son exalumnos míos.
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