Aprender de otros lugares: ¿hacia un boleto urbano con banda negativa?
Más allá de los problemas de precios y costos, y conociendo de cerca el negocio del transporte urbano (pues lo investigué en los ´90 en Córdoba, Montevideo, Santiago, San Pablo, Caracas, Miami y Curitiba) quisiera aportar algunos tips para la reflexión: descubrimos que las urbes de más de 1,5 millón de habitantes radicados en un radio de 50 kms. del centro, organizan sus sistemas de transporte colectivo desde allí al Km. 0 (cero) y regreso con buses de gran porte, mediano porte y diferenciales, pudiendo las personas subirse a los diferentes sistemas y frecuencias. Ah, y no todos llegan al centro sino a estaciones intermedias para descomprimir el tránsito.
En general los precios son por secciones y el sistema es mixto: participan capitales privados y públicos. Se pagan precios de boletos en función de los kms recorridos pero se costea por pasaje. Esto permite hacer -como otrora lo hiciera el sistema aéreo- boletos con banda negativa. En los horarios pico un valor, en los no pico otro inferior, compensando así la ecuación. (Por Walter Brizuela).
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