Tomado como referencia su sector de dominio y en referencia a las incertidumbres que generan los movimientos del mercado de cambio, Hansen, apeló a una particular historia:
“Comenzado el año 2002, con una devaluación del 400% casi de un día para otro, visitaron nuestra inmobiliaria Juan Listo y Martín Susto, cada uno tenía en sus manos 40 mil dólares.
Juan Listo inmediatamente eligió una de las opciones que le ofrecíamos que consistía en un departamento de dos dormitorios con baño en suite, living comedor y cocina separada, muy bien ubicado.
Martín Susto prefirió quedarse con los 40 mil dólares. Tomando la peligrosa e intrépida decisión de guardarlos en su casa, depositarlos a baja renta o congelándolos en una caja fuerte.
Diez años pasaron y Juan Listo tiene un departamento que vale 800 mil pesos. Martín Susto tiene sus 40 mil dólares por petrificar sus ahorros, ¿Qué compraría hoy con eso?.
Saque sus conclusiones con la historia en la mano, sin hacer futurología, tal vez tenga a alguien que tuvo la oportunidad y la decisión de subirse al mismo tren que Juan Listo. Es más imaginemos si el señor Listo se tomó varios trenes!
Quién se mueve en mercados seguros y que los pueda palpar, garantiza su capital y obtiene rentas en el corto, mediano y largo plazo. No todos somos economistas, excelente profesión, que requiere de gran conocimiento, por ello debemos buscar un muy buen asesoramiento para nuestro futuro.“Ah! Martín sigue paradito, quietito, mirando desde el andén”, ironiza Fernando Hansen a modo de cierre.”
Fernando Hansen nos cuenta el cuento de Juan Listo y Martín Susto
Con la escalada del dólar paralelo, que hace casi un mes tocó los $ 8,75, varios especialistas anticiparon la paralización del mercado inmobiliario. Sin embargo, otros referentes del mercado explican que históricamente siempre los valores finales de un inmueble le ganaron a la inflación, “más aún en el mercado actual pesificado que lo hace más dinámico todavía”.
Para explicar por qué en el mundo de los negocios el que se queda quieto pierde, el gerente de la inmobiliaria Hansen Barrientos apeló a un cuento con dos personajes que, tras la megadevaluación de 2002, tenían US$ 40.000 para invertir y uno optó por comprar un departamento y otro por guardar el dinero.
¿Quién obtuvo más rentabilidad, según Hansen? En la nota completa.
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