En los últimos meses se ha registrado una menor demanda del dólar ahorro y ha crecido la colocación del dinero a tasa bancaria, tanto en pesos como en dólares, aún cuando esta se encuentra por debajo de las expectativas inflacionarias.
De lo ocurrido se pueden hacer dos lecturas, la primera es que la estabilidad que ha tenido el dólar en lo que va del presente año ya no motiva a muchas personas a buscar el billete como una alternativa de inversión y son sólo aquellos que prefieren ahorrar en la moneda estadounidense
quienes demandan la misma, no con el objetivo de obtener renta sino simplemente con el fin de estar dolarizados y sentirse “más seguros”. Esto sería ahorro en lugar de inversión.
La otra lectura es que no se ve en el corto plazo mayores riesgos devaluatorios y por lo tanto, colocar el dinero a 30 días en un plazo fijo e ir renovándolo en la medida que no haya mayores cambios hasta las próximas elecciones presidenciales, se termina convirtiendo en una oportunidad medianamente segura y poco volátil de ir conservando valor, al menos hasta tanto haya mayor claridad de lo que se viene.
En este contexto, qué pasa con los bonos y las acciones. Bueno, el lector sabe que en los últimos años ha sido un gran negocio estar invertido en estos activos y los retornos han sido más que interesantes, sin embargo desde marzo pasado, luego de practicar un recorte parcial de sus
ganancias, estos activos parecen haber ingresado en una fase de estabilidad y estancamiento.
Esta situación suena bastante razonable, ya que vienen días de definiciones en cuanto al camino político y económico que pueda tomar el país y si bien muchos analistas coinciden que tanto bonos como acciones mantienen buenas expectativas de retorno a mediano plazo, al menos hacia
los próximos dos años, también es cierto esperar que en el corto plazo haya mucha volatilidad asociada a las noticias que se vayan sucediendo y aquellas personas que no se encuentran acostumbradas a trabajar con este tipo de activos, pueden cometer errores si toman decisiones
emocionales y basadas sólo a corto plazo.
Como conclusión, creemos que los próximos cuatro meses no serán fáciles para la toma de decisiones del ahorrista y del inversor, por lo cual aquellos que se consideren conservadores, sin ánimo de proyectar una inversión más allá de un año y busquen simplemente refugiar capital,
seguramente colocar el dinero a plazo fijo será la mejor alternativa, incluso mejor que la de comprar dólar ahorro. Sin embargo, aquellos que les interese proyectar una inversión a mayor plazo, al menos de un año hacia adelante, aún a sabiendas que los próximos meses pueden ser de
mucha volatilidad e incertidumbre, sepan que los bonos y las acciones siguen siendo la mejor alternativa.
Buen fin de semana y aprovecho para comentarles que el próximo viernes 19 de Junio estaré dictando el curso “Análisis técnicos de mercados: fortaleza para la toma de decisiones”, en Hotel Quórum Golf & Spa, que les puede resultar muy interesante a todos aquellos que les gusten los mercados financieros y estoy seguro que de ese curso podrán hacer muchas conclusiones y comenzar a planificar mejor su inversiones hacia adelante. Los interesadospueden inscribirse acá.
Tu opinión enriquece este artículo: