Si bien existe una tendencia a vender más kokedamas en los meses de otoño e invierno, porque las personas tienden a permanecer más tiempo dentro de sus casas, y en el mes de octubre por el Día de la Madre, en 2020 la venta de kokedamas en Mizukokedamas -un emprendimiento dedicado a la producción de estas plantas- se incrementó un 30% a causa de la pandemia. La gente al estar más tiempo en su hogar, comenzó a decorar más con plantas sus rincones y espacios de trabajo. “Ya vendimos más de 300 kokedamas y solo en 2020 vendimos 150 más. Algunos clientes nos contactaban expresando que necesitaban poner verde en sus casas, e incluso algunos de ellos antes no habían estado muy interesados en las plantas o eran sus primeras experiencias con kokedamas”, relata Gisella Tini, creadora de Mizukokedamas.
La joven ingeniera agrónoma comenzó este emprendimiento hace cinco años. Comenzó a leer, investigar y a crear las primeras kokedamas aplicando los conocimientos adquiridos en la carrera de Agronomía en la Facultad de Ciencias Agropecuarias en la Universidad Nacional de Córdoba. “Con Mizukokedamas buscamos generar una experiencia significativa de contacto con la naturaleza. Su forma redonda es un símbolo de equilibrio y armonía, que nos invita a apreciarla, tocarla e incluso levantarla. El contacto de nuestras manos con el musgo nos transmite frescura, sensación de calma y calidez. El hecho de cuidarla y regarla genera un vínculo entre el dueño y la planta que se hace más fuerte a medida que pasa el tiempo, ocupando la kokedama un lugar en sus vidas”, destaca.
La técnica kokedama tiene un proceso con varias etapas. Primero se prepara el sustrato que será la fuente de nutrientes y el sostén de la planta. “En el proceso utilizamos tierra, perlita, y humus de lombriz de producción propia a partir de nuestros residuos orgánicos. Luego tomamos una planta, nos fijamos que sus raíces estén bien, y comenzamos a armar la bola de tierra, cubriendo las raíces”, describe Gisella. Una vez formada la bolita de tierra le colocan una capa de musgo y la envuelven con hilo. Una vez terminada la kokedama, si es necesario realizan una poda, para lograr un equilibrio entre la bola de musgo y la planta y alguna forma particular y única.
Además de la producción de kokedamas, también comercializan soportes para colocarlas. Se trata de troncos calados y trípodes de caña que brindan calidez al hogar. “Además brindamos asesoramiento a los clientes, nos mandan una foto y nos cuentan qué espacio quieren decorar y les recomendamos el tipo de planta ideal para ese sitio. En nuestro Instagram brindamos recomendaciones y tips para su cuidado”, agrega Gisella.
Las plantas de Mizukokedamas provienen del vivero local Valls Garden que trabaja plantas de buena calidad y tienen bastante diversidad. “Trabajamos principalmente plantas de interior por su facilidad de cuidado y por su tamaño mediano. Ofrecemos muchas variedades como distintos tipos de helechos, dracenas, potus, palo de agua, philodendron y otras”, explica Gisella. Las plantas más pedidas son helechos, dieffenbachia mariana y palo de agua, de tamaño mediano. El costo varía según la especie de planta y su tamaño, van desde $ 500 a $ 1.300.
Las kokedamas son aptas para casas o departamentos, ya que son plantas de interior y requieren un lugar iluminado y cerca de una ventana.
Fácil cuidado, luz y riego moderado
Sus cuidados son sencillos, no hay que exponerlas al sol porque son de interior, se deben colocar en un lugar iluminado, preferentemente cerca de una ventana, lejos de corrientes de aire, de la calefacción y del aire acondicionado. “Se riegan solo dos veces por semana, conviene fijar esos días; ejemplo: miércoles y domingo, sumergiendo la kokedama en su totalidad en un recipiente con agua durante quince minutos. Como en la ciudad de Córdoba tenemos clima seco, conviene mojar sus hojas con agua para que no se sequen las puntas, y las hojas se mantengan siempre verdes y brillosas”, recomienda Gisella.
La principal ventaja es su fácil cuidado, basta con dos riegos semanales para un desarrollo óptimo de la planta, ya que los materiales con los cuales se arma la kokedama retienen mucha humedad.
“Además transmite frescura al hogar, lo decora, reduce el estrés, ya que el tiempo del riego nos hace conectar con la naturaleza, y nos ayuda a desconectarnos de la rutina. El verde nos permite descansar la vista de la pantalla, levanta el ánimo y hasta algunos clientes les ponen nombres”, finaliza Tini.
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