Llega Ualá, más que una tarjeta, más que un monedero electrónico (una fintech sin 0-800)

Pierpaolo Barbieri está entusiasmado: a una semana de su lanzamiento, la plataforma Ualá está teniendo mejores resultados que en sus proyecciones de plan de negocios. La idea es colocar 10.000 tarjetas MasterCard (débito) hasta fin de año y se proponen como una solución para la mitad del país que no tiene ni tarjeta ni cuenta bancaria. Cómo funciona.

Miremos el bosque: en Argentina la mitad de la población no está bancarizada y una porción aún menor tiene tarjeta. A ese gran mercado hay que sumar las crecientes generaciones de millenials que aborrecen la burocracia de los bancos, llamar a 0-800 y cualquier trámite que no sea estrictamente online.

La aplicación Ualá es realmente fácil y amigable: en pocos pasos (y apenas subiendo fotos de frente y dorso del DNI) se puede pedir una tarjeta Mastercard de débito (en realidad, prepaga) que llegará a tu domicilio luego vía Andreani ya embozada, sin tener que firmar ningún papel.

“No hay ningún cargo de apertura, mantenimiento, cierre o renovación… y de por vida”, explica Pierpaolo Barbieri (30), porteño (pese a su nombre tan “tano”), historiador y con formación en Harvard y Cambridge.

A diferencia de otros monederos electrónicos (como PIM de Banco Nación), Ualá opera en los 200.000 comercios del país que reciben MasterCard (y en todo el mundo, además). No hay ningún 0-800 para tramitar nada, ya que todas las consultas y reclamos (aún por pérdida o robo) se hacen desde la misma aplicación.

“Todos los gerentes y yo mismo atendemos y monitoreamos los reclamos y las consultas de los clientes -explica Barbieri-; es la mejor forma de tomar el pulso de lo que demandan”.

Aunque no es tan visible, detrás de cada operación con Ualá también hay formas nuevas: la tarjeta no es procesada por First Data (tradicional procesador de MasterCard) ni por Prisma, el otro gigante del sector. Los procesos corren online y tiempo real (no batch) y son consolidados por Global Processing, otro operador que trabaja en la categoría a partir de la incipiente desregulación que impulsa el BCRA.

Aunque inicia como tarjeta prepaga, la intención de Ualá es avanzar hacia emitir tarjetas de crédito y otorgar créditos personales, todo desde la filosofía de una fintech: online, poca gente, mucho proceso, todo simple.

Adicionalmente a su público objetivo (gente que no tiene una tarjeta ni una cuenta bancaria), Ualá es ideal para menores de 14 a 18 años que pueden recibir su “mesada” con transferencias electrónica, evitando llevar dinero encima en viajes o boliches, por ejemplo.

Por qué Ualá -dicen- es única:

  • Ahorrá: tiempo y dinero, ya que la tarjeta es gratis, sin sucursales, sin costos y sin letra chica. Ahora y siempre.
  • Tarjeteá: todas tus compras de forma segura, sin efectivo, en cualquier comercio del mundo que acepte Mastercard.
  • Transferí: en forma instantánea, gratis y segura, sin efectivo.
  • Controlá: tus gastos desde la app con herramienta de análisis y notificaciones de tus consumos en tiempo real, por primera vez en el mercado argentino.
  • Financiá: próximamente, solicitando una tarjeta de crédito o un préstamo personal que se va a acreditar instantáneamente en tu cuenta.

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