No es necesario construir muros, colocar muebles ni incluso ingeniárselas con objetos de diseño. La división de ambientes se consigue con unos cuantos litros de pintura y un plan de decoración estratégico.
Para separar dos ambientes lo básico es pintar cada zona de un color distinto. Sin embargo, hay que tener en cuenta las dimensiones del lugar: si es reducido lo recomendable es elegir colores claros; en tanto, si hay más espacio, pueden incorporarse tonos más fuertes y vibrantes.
Los elementos de la construcción también se pueden capitalizar en este proceso de división como una columna o un saliente. En este sentido, al momento de elegir los colores, deben utilizarse tonos que contraste para obtener un corte más marcado, de lo contrario, no se percibirá la profundidad de las dimensiones.
Por último, no se debe dejar pasar por alto la cohesión que es importante mantener en el ambiente a partir del o hay que descuidar que aunque se hayan diferenciado los ambientes con pintura, se puede crear un nexo entre ellos, aplicando el mismo color en los techos y en los zócalos.
Pintura: la gran divisora
(Por Ivanna Torres Riesco - @ivannatr) Muchas veces las delimitaciones de ambientes no se logran con divisores físicos sino con colores y ambientaciones marcando un espacio del otro. Mirá cómo acudir a este recurso en nota completa.
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