Por la demanda, se amplía la oferta de cajas de seguridad.
El negocio empezó a crecer con la crisis del campo y desde entonces viene desarrollándose sin pausa. Con cajas que van desde los $ 600 (las cajas chicas) a los $ 1.600 las más grandes (contratos anuales), Bacar tiene casi el 95% de ocupación (en su local central) sobre su base de 1.400 cajas de seguridad y en 30 días empieza las obras de su local en Río Cuarto, siempre y cuando encuentre el socio local que los acompañe en la inversión. Por su parte la gente de Bicorporate, con el mismo porcentaje de ocupación en sus más de 1.200 cajas ya trabaja en una ampliación. “En agosto terminamos de ampliar en un 15% nuestras cajas de seguridad en todos los tamaños”, señala Walter Fucks, gerente general de Bicorporate.
Dos semanas antes de las elecciones, la demanda se volvió a incrementar y no se detiene, señalan desde el sector.
Tu opinión enriquece este artículo: