La inversión recibida por start-ups argentinas de fondos de venture capital creció 144% en 2019, es decir, 2,4 veces, al pasar en un año de u$s 165 millones a u$s 403 millones, según un informe de Arcap (Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla).
Al mismo tiempo, creció 18% la cantidad de empresas que se financiaron por estos fondos, de 77 en 2018 a 91 el año pasado.
"La Argentina creció, en un contexto donde América latina viene duplicando su volumen año a año. El crecimiento local responde a una tendencia regional; hay más capital disponible en la región y las start-ups están en posición de crecer fuerte", explicó Diego González Bravo, presidente de Arcap y Managing Partner del fondo Draper Cygnus. "Pocas empresas argentinas concentraron gran parte del dinero; el resto fueron rondas chicas", aclaró. Sólo cinco firmas captaron el 93% de los u$s 403 millones invertidos en 2019: Ualá (u$s 150 millones), Auth0 (u$s 103 millones), Technisys (u$s 50 millones), Statellogic (u$s 50 millones) y Agrofy (u$s 23 millones), según datos de Arcap.
"El año pasado fue récord. Los fondos locales se duplicaron entre 2016 y 2019, de 25 a 50, pero todavía el volumen que movemos es chico. El 92% de los u$s 740 millones invertidos en 281 start-ups argentinas entre 2016 y 2019 proviene de fondos del exterior", comentó González Bravo. Entre los fondos locales, los que más se destacan por volumen de dinero son Kaszek Ventures (regional), NXTP (regional), Draper Cygnus (Argentina) y Alaya Capital Partners (Argentina y Chile).
Las start-ups más buscadas por estos fondos están vinculadas a Fintech, Biotech, Software y AgTech. "La Argentina es competitiva en generar talento, hay mucha gente especializada, muy capacitada; el país cuenta además con el Conicet. Dentro de las Fintech, los argentinos somos muy buenos en criptomonedas, quizás porque nuestra moneda está muy golpeada. También en AgTech (agro), produciendo software y en mercado electrónico", destacó González Bravo.
En un contexto de fuerte crisis económica local, el sector logró seguir creciendo, ya que las start-ups a las que apuntan los venture capital no dependen del mercado local; "son dinámicas, innovadoras y con proyección y expansión desde el inicio a nivel regional o global", explicó el ejecutivo, lo que les permite salir más indemnes de la crisis local. "Son empresas que nacen con proyección en el exterior, con el mundo como mercado y, por eso, no están tan impactadas por vaivenes locales", precisó.
Para 2020, las expectativas en el sector son también alentadoras. "Sin hacer futurología sobre qué sucederá en la Argentina, nuestra industria va a acompañar el crecimiento de América latina, con un buen año como 2019. Por ejemplo, Softbank anunció u$s 5000 millones para la región, de los cuales u$s 1000 millones se destinarán en 2020", precisó González Bravo. Y agregó que el potencial de la región aún es muy grande, ya que está aún rezagada frente a otros mercados.
En América latina, la inversión en capital emprendedor sumó u$s 1983 millones en 2018, por 463 transacciones, cifra que en el primer semestre de 2019 alcanzó los u$s 2600 millones; así, superó 30% en seis meses el dinero desembolsado durante todo el año previo.
A nivel global, la inversión de capital emprendedor alcanzó los u$s 255.000 millones en 2018 y aún resta conocer la información de 2019, cuando llegó a un nuevo máximo.
En la Argentina se vive un "tercer ciclo" emprendedor; la primera etapa de expansión fue entre 1999 y 2001; luego, entre 2011 y 2014 y desde 2016 lleva cuatro años en expansión.
Desde Arcap destacaron que estos fondos no sólo aportan financiamiento, sino también incluyen soportes no financieros, como mentoría, guía estratégica y acceso a redes locales e internacionales de valor a la empresa invertida, lo cual contribuye a su éxito.
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