Apesar de que son más las dudas que las certezas acerca del rumbo del reperfilamiento anunciado hace tan solo 15 días, tanto para la deuda bajo legislación local como para la de ley extranjera, en el Ministerio de Hacienda avanzan con evaluar las opciones que surgen.
En concreto, el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, va a empezar analizar las propuestas formales presentadas por más de una docena de bancos para el caso del reperfilamiento de los bonos emitidos bajo legislación extranjera.
Según confió una fuente, varias de estas presentaban un menú de opciones entre las que surgía la posibilidad de quita de capital, que no era la propuesta inicial del Gobierno. Pero claro, dados los precios de los bonos, aún con cierto rebote estos días, a los valores de implicaría una quita que el mercado la descuenta en torno a un 40%.
Desde uno de los bancos que presentaron propuesta descartaron esa posibilidad de plano. "Es que la consigna del Ministerio de Hacienda era hacer presentaciones con un reperfilamiento exclusivamente para los plazos, sin quita de capital o intereses", dijeron. Pero fuentes de Hacienda contaron que la consigna era abierta a todas las opciones.
En otra de las instituciones prefirieron eludir alguna respuesta. "No vamos a comentar acerca del reperfilamiento; pero lo único que voy a decir es que se va a necesitar un acuerdo político para todo, con un plan para el rumbo de la economía que pueda presentarse a los inversores", acotaron.
De hecho, el punto de la necesidad del consenso político es clave: es que en medio de la zona gris que se armó entre las PASO y las elecciones generales, en el plano local, no hay incentivos para la oposición a mostrar sus cartas antes de tomar la posta, por lo que el proyecto de ley que debe pasar por el Congreso entró en un limbo.
En el plano internacional, los grandes fondos hacen lobby para bajar el precio al "reperfilamiento" y plantean que les resulta inútil negociar con un Gobierno que perdió poder y que se está más cerca de terminar su mandato. "La opinión general es que cualquier acuerdo de deuda probablemente se suspenda, a menos que cuente con el aval del candidato presidencial peronista Alberto Fernández, según uno de los participantes de esa llamada en conferencia", publicó el Financial Times.
Así, las chances de que se termine cerrando el acuerdo tras las elecciones del 27 de octubre emerge cada vez más fuerte.
¿Ucrania o Argentina 2005?
Cómo se terminará concretando el reperfilamiento anunciado 15 días atrás por Hernán Lacunza se sabrá, de esta manera, recién transcurridos algunos meses. Las opciones que se barajan rondan Uruguay, Ucrania o, en la forma más radical, la propia Argentina en 2005 (tras la crisis de 2002).
"Se especula con las posibles características que una nueva reestructuración de deuda argentina podría adoptar. Por un lado, el ministro Lacunza citó el caso de Uruguay en 2003 como modelo de ´reestructuración amigable´ a replicar; otros creen que Argentina deberá seguir un camino más parecido al de Ucrania en 2015; mientras que el mercado -a juzgar por el precio actual de los bonos- parecería estar esperando una reestructuración mucho más agresiva; al estilo de la que llevara adelante nuestro país entre 2002 y 2005", señaló el economista Federico Muñoz.
Santiago López Alfaro, de Delphos Investment, dijo que no hay voluntad política ni posibilidad de canje cuando aún no hay candidato, por lo que se dará más adelante. "Dados los vencimientos de deuda, vamos a reestructurar y se hará entre una mezcla de Argentina en 2005 y el caso de Ucrania", definió.
Dijo que "el nuevo Gobierno, sin reservas internacionales y con la necesidad de alcanzar superávit primario de en torno a un 2,5% del PBI para poder hacer frente a la carga de intereses de los bonos en manos del sector privado, indica que el tema de la deuda no terminó para nada con el anuncio que se hizo".
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