En el penúltimo día de la primera misión del FMI para revisar la economía dentro del préstamo stand-by para la Argentina, el economista que encabeza el grupo de los técnicos del organismo que visitaron el país, Roberto Cardarelli, se mostró confiado en el rumbo adoptado por el Gobierno de Cambiemos, y en que la inflación va a bajar en 2019, pero reconoció que este año no se va a cumplir con la meta prevista de 32% según la variación del IPC interanual.
“Claro que la inflación tiene que bajar; creemos que va a bajar en el próximo año”, fue la escueta pero contundente respuesta a la prensa formulada por el economista italiano que lidera la misión en la Argentina al terminar la reunión con la cúpula de la CGT.
No obstante, según confiaron fuentes sindicales, Cardarelli les contó en el encuentro de ayer en la sede de la Uocra que estiman que este año no se cumplirá con el 32% previsto en la Carta de Intención y Memorándum de Entendimiento firmado por el Gobierno argentino.
Lo hizo luego de que desde la CGT le expusieran sus principales preocupaciones sobre el rumbo de la economía local y que les presentaran los números que elaboran las áreas técnicas sindicales en las que la estimación de inflación para este año alcanza el 35%.
La Cámara Alta emitió una disposición en la que define una serie de recortes con los que se pretende ajustar un 30% para lo que resta del ejercicio presupuestario en curso.
Los líderes de la CGT consultaron entonces si la Argentina deberá pedir un waiver (un perdón) por no cumplir con la meta de inflación pactada para este año, a lo que Cardarelli respondió: “Es siempre una posibilidad pero es algo más periodístico que real”.
Según pudo reconstruir este diario, el FMI está muy preocupado por la situación macroeconómica de la Argentina. Estiman que recién en 2019 habrá crecimiento, que lo estiman en 1,5%, específicamente por repunte del sector agropecuario aunque admitieron que esa alza no alcanza para mejorar el proceso redistributivo.
Respecto de las preocupaciones más cercanas, a diferencia de la inflación 2018, sí confían desde el organismo en que se va a cumplir la meta de déficit primario de 2,7% del PBI y detallaron que el principal reclamo que le hicieron al Gobierno es reformar la carta orgánica del Banco Central con la que buscan dar “independencia, credibilidad y previsibilidad”.
A su turno, la CGT le plantó al Fondo que lo que más les preocupan son los precios, el impacto del dólar en el deterioro de los salarios y, en particular, un posible escenario de fuerte conflictividad social en diciembre.
Por ese motivo, pidieron que el FMI interceda ante inversores internacionales para que mantengan la confianza en el país. “Les pedimos que influyan con actores de crédito externo para que mantengan sus inversiones en la Argentina, principalmente en la obra pública y en la que se financia vía PPP”.
Solicitaron que se mantengan recursos para programas de asistencia social, y que parte de los desembolsos del FMI se utilicen para inversión productiva y para recrear el mercado interno.
Les dijeron además que desde la CGT reclaman al Gobierno llamar a un mesa de diálogo, en la que participen empresarios, gremios y la oposición, para discutir medidas para sostener el empleo.
Al término del encuentro, Cardarelli calificó de una “muy buena reunión con los sindicatos”. Y agregó: “Escuchamos la visión que tienen sobre la situación económica y acordamos reunirnos en los próximos meses”.
Cuando se le preguntó sobre las metas en general prometidas por el Gobierno argentino, respondió: “Tenemos mucha confianza de que todo va a seguir siendo de la mejor manera posible”. Añadió que “las medidas que se tomaron son muy ‘confortantes’”.
Al encuentro con la CGT acudieron por el FMI, además de Cardarelli, Joyce Wong y Paolo Didine. Del gremialismo, estuvieron Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, José Luis Lingeri, Omar Maturano, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.
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