"Más vale un buen acuerdo que uno rápido" es la premisa que repite el Gobierno cuando se le pregunta por las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar los u$s 45.000 millones que el país tomó prestado en 2018, bajo la tutela del ex presidente Mauricio Macri, y para diferenciarse de la anterior gestión.
Las conversaciones con el FMI tienen una fecha límite que se autoimpuso el propio oficialismo, preso de las otras necesidades; será el 31 de marzo de 2022, cuando termina el "puente de tiempo" que el Club de París le otorgó a la Argentina para cerrar un acuerdo con la otra institución multilateral para postergar los pagos de u$s 2000 millones.
Eso se basó en el acuerdo que firmó el ex ministro de Economía Axel Kicillof en 2014 (y que tuvo una última cuota impaga desde mayo de 2019, por la que se dispararon intereses al 9% anual).
Si el ministro de Economía, Martín Guzmán, no alcanza a cerrar el trato con el organismo situado en Washington, Estados Unidos, durante las semanas siguientes a las elecciones legislativas de noviembre, los u$s 4334 millones que entraron el lunes pasado a las arcas del Banco Central por la distribución de Derechos Especiales de Giro (DEG) se irán casi por completo en repagos de capital e intereses del crédito Stand By.
Pero esa no es la única preocupación en los despachos oficiales: en el siguiente trimestre caen vencimientos por otros u$s 4000 millones (2787,6 millones de DEG) con el FMI, que disminuirían notablemente las reservas netas del BCRA.
Un informe de la consultora Equilibra alertó: "El Tesoro cerraría el año con un stock de DEG de 492 millones (poco menos de u$s 700 millones), que le alcanzaría para pagar casi todo el vencimiento de principal de enero (unos u$s 730 millones)".
"No quedará resto para afrontar el pago de intereses por u$s 370 millones agendado para febrero, ni la amortización de principal por u$s 3590 millones de marzo", completó Equilibra.
Asi, el calendario original de pagos al FMI suma en el semestre del 22 de septiembre al 22 de marzo de 2022 un total superior a los u$s 8200 millones, a la actual valuación de los DEG.
Y desde abril del año que viene el cronograma se vuelve imposible. En la suma de todo 2022 hay 24 vencimientos por capital, intereses y sobrecargos de un total de u$s 19.115 millones; y en 2023, por otros u$s 19.367 millones.
La idea del Gobierno es jugar al límite y conseguir que el Fondo elimine los sobrecargos de 200 puntos básicos que cobra a los países endeudados por encima de una determinada cuota (187,5%); esta sobretasa se eleva a 3 puntos porcentuales si transcurren más de 4 años en esta situación.
Si lo logra, Argentina ahorraría más de u$s 1000 millones por año o u$s 10.000 millones a lo largo de la "vida" del nuevo préstamo de Facilidades Extendidas (EFF) si dura 10 años, un plazo que también está en cuestión y podría llegar a 20 años si se modifican los estatutos del FMI.
Ante los recientes rumores de que el acuerdo ya estaba cerrado, Guzmán dijo públicamente que hay conversaciones todas las semanas. El mercado, mientras tanto, espera avances tangibles después de los comicios.
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