El rendimiento de los plazos fijos en el último mes habría sido nuevamente negativo en términos reales, teniendo en cuenta la inflación estimada por las consultoras privadas, a pesar de las fuertes subas de tasas de interés que aplicó el Banco Central para contener la disparada de los precios y al mercado cambiario.
A la espera del dato oficial, que será publicado por el Indec el próximo 14 de junio, las mediciones privadas estiman que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo anotó un alza de alrededor del 9% mensual, lo que representa una aceleración en comparación con el 8,4% mensual que se registró en abril.
Según trascendidos, el Gobierno espera que el IPC del mes pasado haya registrado un avance de entre el 8% y 8,5%, lo cual tampoco alcanzaría o, en el mejor de los casos, apenas empataría contra el rendimiento mensual que ofrecen los depósitos en pesos a plazo fijo tradicional.
"Hasta ahora, no ha habido una política de tasa real 'agresiva'. Si sigue así, probablemente pierda o empate, en el mejor de los casos. La presión por dolarizar continúa y la emisión monetaria sigue creciendo, lo cual va a mantener firme a la inflación", señaló Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras.
POR DEBAJO DE LA INFLACIÓN
Tras las últimas subas que dispuso el Central, la Tasa Nominal Anual (TNA) de estos instrumentos ascendió al 97%, lo que representa un rendimiento mensual de 8,08%, por lo cual se ubica por debajo de la inflación estimada en las mediciones privadas y en la parte inferior del rango esperado por el Gobierno.
De este modo, la tasa de interés seguiría arrojando rendimientos reales negativos, tal como ha estado sucediendo en los últimos meses. A pesar de los repuntes en los rendimientos dispuestos por el Central, la inflación continúa avanzando por encima, por lo cual los inversores y ahorristas de estos instrumentos continúan perdiendo en términos reales.
Una de las alternativas del mismo instrumento es el plazo fijo UVA, el cual se ajusta por inflación y garantiza no perder contra el avance de los precios, pero exige una permanencia mínima de 90 días. Puede cancelarse antes, pero en tal caso no ajusta por IPC, sino que arroja una tasa inferior a la del plazo fijo tradicional.
Sin embargo, los analistas no ponderan esta alternativa en este momento, debido al riesgo que implica mantener inmovilizado el dinero por un mínimo de tres meses, en un contexto de tensiones en la plaza financiera local y en medio de la incertidumbre en el mercado, en el marco del inicio al proceso electoral.
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