MARIANO GORODISCH
Desde que empezó el año, se duplicó el stock de los plazos fijos UVA (por unidad de valor adquisitivo, que ajustan por inflación) del sector privado. Pasaron de $ 56.651 millones el último día de 2020 a $ 116.818 millones el 15 de abril, último dato disponible en la web del Banco Central (BCRA).
Mientras, los depósitos tradicionales apenas subieron un 20%, al pasar de $ 2,209 billones a $ 2,686 billones.
Lo que también se incrementó fue el porción de los UVAs dentro de los depósitos totales de plazos fijos: mientras a comienzos de año representaban el 2,6% del total de los depósitos, hoy pasaron a ser el 4%.
Hay que destacar que no todos los bancos pagan lo mismo por los UVA. Si bien todos están obligados a pagar una sobretasa, hay algunos que apenas pagan el 0,25%, otros el 0,5% y otros sí el 1% anual.
También depende los plazos, porque algunos pagan mayor porcentaje (nunca más del 1% anual) cuanto mayor sea el lapso de tiempo en que se deje: por 90 días pagan menos que por 180 y por ese plazo menos que si se los deja por 365 días.
De ahí que la clave reside en buscar la tasa que paga cada banco antes de realizar uno. Al poner en el buscador de Internet plazo fijo UVA y el nombre de los distintos bancos aparecerá qué rendimiento ofrecen.
Para quienes necesiten tener su dinero disponible a los 30 días, los plazos fijos UVA se pueden precancelar. Pero ahí la tasa es menor, ya que baja al 30%.
Para quienes quieren tener el dinero disponible cada 30 días, una opción es constituir tres plazos fijos distintos, haciendo uno hoy, otro dentro de 30 días y otros dentro de 60 días. De ese modo, siempre se tendrá el dinero disponible una vez al mes y se ganará lo que de la inflación más el 1% anual.
En comparación, la tasa nominal anual de los plazos fijos tradicionales es 37%, lo que significa 44% de tasa efectiva anual, lo que implica que la pérdida frente a la inflación es mucho menor para los que renuevan su depósito con intereses.
El tema es que, para quien lo dejó sólo 30 días, el mes pasado obtuvo un rendimiento real negativo. Es que el plazo fijo tradicional rinde un 3,08% mensual, por lo que se situó 1,8 puntos porcentuales debajo de la inflación del 4,8% de marzo.
Pese a ello, en el Banco Central no está en análisis subir la tasa del plazo fijo tradicional. Es que según consideran, éstos perderán durante unos pocos meses contra la inflación, pero le seguirán ganando al dólar oficial. La apuesta es que en el acumulado del año el plazo fijo tradicional también le gane a la inflación por una desaceleración de los precios.
Saben que subir tasa implica elevar la expectativa de inflación y el Gobierno tiene una expectativa a la baja que, según el BCRA, debería empezar a convalidarse los próximos meses.
La ventaja es que el BCRA quiere mantener el dólar a raya hasta las elecciones, por lo que queda una ventana de tres meses que, salvo algún cisne negro, saldrán a intervenir para evitar un alza del dólar MEP y del contado con liquidación, que son una suerte de hermanos mayores del blue y que guían su cotización.
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