Con el "dólar soja" corriendo y "Precios Justos" en las góndolas, el Gobierno buscará contener la evolución del dólar paralelo para volver a estrechar la brecha con el oficial, generar una nueva cuota de confianza al sector productivo que demanda insumos del exterior, y comenzar a dar respuesta a demandas relegadas.
De cara al 2023, Sergio Massa, confirmó que buscará "oportunidades" en el sector de proteínas y alimentos que serán demandados a nivel mundial, para generar mecanismos especiales de liquidación de divisas como lo hizo con el complejo exportador sojero.
"En el primer trimestre del 2023, a partir de acuerdos con los sectores, mirando al mercado interno y volúmenes de comercialización, aspiramos a llevar adelante programas de fomento que multipliquen la capacidad de exportación de las provincias con incentivos desde el Estado federal", dijo el Ministro durante la Reunión del Consejo Federal Agropecuario.
En ese marco, prometió incentivos: "ya sean desde el punto de vista de valoración del tipo de cambio, disminución de retenciones, suspensión del cobro de algunos impuestos".
Esta semana, el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Carlos Castagneto, recibió al Consejo Directivo de la Federación Agraria Argentina (FAA), en una reunión en la que recibió inquietudes del sector, en alerta por el atraso en el cumplimiento de obligaciones fiscales, mientras la sequía golpea la producción.
Oferta exportable
En conjunto, 61 complejos ingresaron u$s 7.649 millones en los últimos 12 meses, según datos del Monitor de Exportaciones de las Economías Regionales (MEER), que elabora CAME con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
En el mismo período, el sector sólo demandó u$s 1372 millones en insumos importados lo que le otorga un auspicioso superávit comercial, sin embargo, para crecer en exportaciones el sector demanda incentivos y principalmente un "dólar competitivo". Los $ 230 a los que cotiza el dólar soja son bien vistos.
Aunque la Argentina cerrará el año con récord de exportaciones, en los últimos 12 meses, las economías regionales crecieron 5,9% en dólares, pero cayeron 0,1% en toneladas.
A la espera de las medidas, durante la sexta edición de Jonagro, Jorge Chemes, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), señaló que para que el sector sea competitivo 'tranqueras afuera', necesita "herramientas y reglas claras que seguimos esperando de los diferentes gobiernos".
Dólar sustituto
Por el lado industrial, la problemática se complejiza por la mayor demanda de insumos importados en la producción. Además de asumir un dólar "atrasado" para ofrecer productos con alto valor agregado en el exterior, la fuerte restricción externa, traba el acceso a las importaciones.
La actividad industrial tuvo en septiembre un crecimiento interanual del 4,9%, según el último informe de la Unión Industrial Argentina (UIA), sin embargo, hubo una desaceleración respecto de los meses anteriores, y en relación con agosto, una baja de 3,6% en la medición sin estacionalidad.
"Hay que darle los insumos a la producción para no parar el proceso productivo y el consumo. Hay que resolver como se pueda este problema. No hay otra para decir, porque no tenemos otra", se quejó Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA.
En tanto, el sector pyme industrial fue por más y, frente a la "crisis" por la falta de dólares, planteó que "tiene que servir para poner en marcha un nuevo plan de sustitución de importaciones" que "evite caer en simples restricciones al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), que tienen un efecto corto en el cuidado de los dólares, ya que sólo generará nuevos plazos de urgencias y mayor presión sobre la inflación", afirmó Daniel Rosato, presidente de IPA.
Ahorrar reservas
En esa línea, propuso "destinar los dólares hacia la creación o multiplicación de las pymes industriales, de modo de producir en el país los insumos que, en la actualidad, se compran en el exterior", y aclaró que "esa administración inteligente el comercio exterior debe estar basada en un canal de prioridad de acceso a los dólares para las fábricas que demuestran las necesidades por falta de stock y tienen la capacidad de generar en el país los productos que se compran en otras partes del mundo".
El empresario industrial que insiste con un "dólar pyme" para las fábricas que "no especulan con el stock ni cuentan con dólares propios para importar", advirtió que hoy, "tienen sus ahorros en máquinas que están a punto de pararse del todo".
Sobre este pedido, Guido Zack, director de Economía de Fundar, explicó que a diferencia de los esquemas para la soja -que tiene baja incidencia en el consumo local-, un dólar para la industria "tendría un efecto sobre la inflación".
"Si una PyME comienza a producir localmente un insumo que previamente se importaba, esta reducción de las importaciones es un ahorro de divisas", dijo.
"Este proceso no es automático, necesita un período de tiempo en el que tiene que confiar en que las condiciones para producirlo de manera rentable se van a sostener", aclaró y contrastó con el "dólar soja" que se mantiene por un lapso reducido de tiempo.
Desde otra perspectiva, el economista Leandro Marcarian, indicó que "la sustitución de importaciones nunca funcionó y no va a funcionar ahora tampoco", y planteó que "la solución al problema económico no es importando menos, no es con menos comercio; es con más".
En ese sentido Marcarian abrió algunos interrogantes: "¿a qué valor?, ¿por qué uno solo y no uno por industria, rubro o empresa?" y señaló que "el nivel de interferencia que introducen los múltiples tipos de cambio hace un daño enorme a la economía. hay tantos precios para el dólar, que, en rigor, el dólar ya no tiene precio, nadie sabe cuánto vale, porque para cada situación posible, hay un precio distinto".
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