El stock de deuda externa bruta total alcanzó a fines de 2018 los u$s 277.921 millones, lo que implica un incremento en el año de 18% frente a 2017. Además, el déficit de cuenta corriente llegó a 5,4% del PBI, según surge del informe del Indec difundido ayer sobre la evolución de la balanza de pagos y posición de inversión internacional.
Con respecto a la deuda, se dio en 2018 un incremento interanual del 22% para la deuda del Gobierno general; del 29%, para el Banco Central, del 30%, para otras sociedades financieras; del 10% para sociedades no financieras; mientras que se redujo en un 3%, la deuda de las sociedades captadoras de depósitos, detalló el instituto de estadísticas.
Sobre la cuenta corriente, (que es donde se registran las transacciones de bienes y servicios, el ingreso primario -renta- e ingreso secundario -transferencias corrientes-), en 2018 la Argentina registró en un déficit por u$s 28.000 millones, equivalentes a 5,4% del PBI.
Guido Lorenzo, director de la consultora LCG, marcó que este porcentaje fue más alto de lo que se esperaba. "Hay una necesidad creciente de divisas, de la cuente corriente, que es la que más explicó, para un mismo nivel de actividad. Algo está pasando", razonó.
El déficit de cuanta corriente el año pasado se explicó por los saldos negativos de la balanza de bienes y de servicios por u$s 867 millones y u$s 9707 millones, respectivamente. Los ingresos primarios acumularon un déficit de u$s 18.723 millones y los ingresos secundarios un superávit de u$s 1295 millones.
Para este año, Lorenzo vaticina que habrá una balanza comercial superavitaria de al menos unos u$s 8000 millones. La cuenta de "servicios", por viajes, complicaría un poco el panorama, a lo que se agregan los intereses. Aún así, por los ingresos del FMI, va a registrarse acumulación de reservas. "No fue suficientemente el ajuste del tipo de cambio para pasar a tener superávit de cuenta corriente, que es lo que más interesa", señaló.
Por su parte, Nadin Argañaraz y Bruno Panighel, del Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), marcaron que cuando se suman el déficit primario (2,3%), el déficit financiero (2,7%) y el déficit de balanza de pagos (5,4%), "se puede concluir que Argentina en 2018, utilizó un 10% más bienes y servicios que los recursos brutos producidos internamente. Estos déficit fueron financiados, casi en su totalidad, con dólares de deuda externa".
Y coincidieron en que "los desequilibrios de esta magnitud inminentemente terminan en una fuerte devaluación para equiparar la balanza de pagos, y en un cierre de financiamiento por la baja confianza de repago que generan la poca credibilidad y solvencia de las cuentas públicas".
En el detalle del informe del Indec se menciona que la cuenta capital registró un ingreso por u$s 86 millones, con lo que las necesidades de financiamiento fueron por u$s 27.917 millones, equivalente a 5,4% del Producto Interno Bruto. "Como viene sucediendo en los últimos años, la deuda del sector público es el principal aportante de dólares con u$s 44.101 millones. ", señalaron desde el Iaraf.
Como reflejo de la reversión de inversiones financieras, las sociedades captadoras de depósito retiraron u$s 1486 millones del sistema. Por efecto de estas transacciones y por los u$s 10.156 millones que otros sectores sacaron del sistema (principalmente compra de moneda extranjera para tenencia) las reservas internacionales aumentaron en u$s 4074 millones en 2018.
La balanza de pagos es un estado contable estadístico que resume sistemáticamente las transacciones económicas entre un país y el resto del mundo. Las transacciones se registran en términos de flujos devengados entre residentes y no residentes.
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