La inversión estrella del año 2018 fueron las Letras del Banco Central o Lebac. Las mismas presentaban unas tasas en pesos más que rentables, al punto de llamar la atención de inversores externos que vendían moneda extranjera para hacerse de pesos e invertirlas en estos instrumentos. Fueron los días del carry-trade. El principal riesgo de esta mecánica de inversión era una repentina devaluación de la moneda local que licuara las ganancias obtenidas, cosa que terminó sucediendo tanto en el segundo como en el tercer trimestre del año pasado.
Con el diario del lunes, la manera más efectiva de haberse cubierto de los efectos adversos de la depreciación de la moneda local hubiese sido contar con una proporción de activos en dólares en nuestra cartera. De esta manera, quedó patente la necesidad de diversificar nuestras inversiones según la moneda de denominación de las mismas.
Ahora, en 2019, vemos cómo el contexto político somete a los precios de los bonos. En el caso de nuestro país, esto es la consecuencia de la incertidumbre de los inversores respecto a quién ganará las elecciones y qué actitud podrá tomar frente al mercado y los tenedores de bonos.
Como respuesta a este contexto, se observó cómo proliferó tanto la oferta como la demanda de Fondos Comunes de Inversión (FCI) que no están expuestos a riesgo argentino: solo riesgo soberano de otros países latinoamericanos y activos libres de riesgo del Tesoro de Estados Unidos.
Ventajas de los FCI
Los FCI son un patrimonio formado por un grupo de inversores que tienen objetivos de rentabilidad comunes, y son administrados por una sociedad gerente que llevará adelante una determinada política de inversión. La principal ventaja de estos instrumentos financieros, es que permiten a inversores minoristas acceder a inversiones que por sí mismos no podrían, por cuestiones de montos y de recursos temporales para el monitoreo de los activos.
Paso a paso, cómo operar
Como sucede en general con todo activo financiero del mercado de capitales local, el primer paso consiste en tener abierta una cuenta comitente. En el caso de no tener una, con el documento y una demostración de ingresos ya se puede abrir la misma. El siguiente paso consiste en fondear esta cuenta comitente. Finalmente, junto con tu operador o asesor comercial designado eligen el FCI en particular en donde deseas invertir y se realiza la adquisición de la cuotapartes. La suscripción de cuotapartes se hace al precio de cierre del día de la solicitud, y este valor se determina con posterioridad al cierre de los mercados.
Cuando se trata de FCI abiertos, como los que normalmente se comercializan en el ámbito del mercado de capitales, el inversor puede realizar un rescate o venta de sus cuotapartes. El plazo para la suscripción de los FCI y para el rescate depende del reglamento de gestión de cada FCI, y suele ser este último un plazo de 72 horas en general.
Opciones sin riesgo argentino
Hoy existen opciones que son comercializadas por distintas sociedades gerentes y ALyCs, las cuales tienen una participación de entre 20% y 25% en Treasuries del Tesoro de Estados Unidos, considerados activos libres de riesgo y refugio de valor por excelencia, a la vez que incluyen bonos soberanos y corporativos de Chile y Brasil.
Panorama global
En general, estos activos permiten a los inversores cuyo perfil de riesgo es conservador aislarse del riesgo político local. Al tratarse este último de un riesgo inherente a la Argentina, puede neutralizarse al adquirir activos que no están afectados por los escenarios posibles económicos y políticos locales.
De enfrentarnos en 2019 a un escenario más favorable que el de 2018, la deuda soberana y corporativa de LATAM se esperaría que presente una significativa recuperación respecto a valores observados el año pasado. Sin embargo, existen algunos indicadores que nos indican que los mercados a nivel mundial están reacios a tomar los riesgos asociados a países emergentes, principalmente por causa de la guerra comercial entre China y Estados Unidos y su impacto incierto en otros países.
Si bien estos FCI no pueden brindar un blindaje total a riesgos que afectan a gran parte del mundo, representan una opción cauta respecto a adquirir activos 100% locales. Dado que Argentina suele amplificar tanto los vaivenes positivos como negativos de los mercados mundiales, en el caso de un desenlace negativo de la guerra comercial, con estos FCI un inversor sería capaz de limitar el potencial a la desvalorización de sus inversiones.
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